Quedaban escasos cuatro días para que empezase la semana «campusera» y yo me enteraba de que podría pedir acreditaciones. El sábado, mientras esperaba a que las hicieran, aún no me creía que en tan poco tiempo lo hubiese conseguido. En realidad, el sábado la prensa aún no podía recoger las acreditaciones (al contrario de lo que ponía en la web) pero aún así nos las hicieron. De esta forma, comprobé más adelante que la mía y la de mi acompañante eran las únicas en las que, además del nombre del medio, aparecían nombre y apellidos. Vamos, que todo el personal de control de las puertas de entrada y salida me acabarían conociendo.
Me dejé caer por allí cuatro días del total que duraba el evento. El primero fue el mismo lunes: la campus no se inauguraba hasta las 23:30 de la noche, pero queríamos ir a ver como llegaban los primeros, el ambiente que había mientras todo se preparaba y de paso conocernos todos los escenarios y auditorios para así facilitarnos el resto de días. Entonces pisé mi primera sala de prensa. Muchas emociones en tan poco tiempo: el primer pase de prensa, la primera sala reservada para nosotros… y lo más importante: las contraseñas del wifi que sólo (y recalco el sólo) se podía captar en esa sala. …Seguir leyendo +