Hay títulos que piden un poco más de la industria. Se les pide a todos, desde los jugadores a los que les explican, con buenas maneras, que se olviden un poco de ciertos clichés autoimpuestos tiempo ha, hasta los críticos a los que se les dice que no los juzguen con el mismo rasero que muchas otras obras. Journey, sin duda alguna, es uno de estos títulos.
Si uno se sienta delante de Journey como quien se sienta a disfrutar la última aventura de Ezio, o espera tiros, acción, entretenimiento rápido o incluso poder disfrutarlo mientras está hablando con algún familiar o con cualquier otra cosa alrededor, está cometiendo un grave error. Quien compre juegos al peso, esperando que el número de horas que le distraigan sea suficiente como para amortizar un hipotético «X la hora«, pero tampoco es el público objetivo que busca Journey. …Seguir leyendo +