El nuevo remake, o mejor dicho, la futura reinterpretación de la saga Syndicate por parte de Starbreeze Studios no ha logrado obtener la clasificiación por edades dentro de Australia. Malas noticias para Electronic Arts, un rechazo en la clasificación en este hermoso país cercano a las antípodas equivale a no obtener el permiso para publicar el producto en cuestión, en este caso un videojuego.
Las razón alegada por el estado para evitar la concesión de la calificación es que se trata de contenido «inadecuado para el visionado o juego por parte de un menor«. El gobierno continua alegando que:
El juego contiene violencia […] es inadecuado para personas con 18 años […] Los combatientes reciben daño localizado y pueden ser desmembrados de manera explícita, decapitados o biseccionados por la fuerza de un arma. La representación viene acompañada de una copioso salpicón de sangre y las entrañas son mostradas de manera realista y al detalle. La carne y los huesos suelen acabar expuestos mientras las arterias salpican desde las heridas a intervalos regulares.
Para muchos, el anterior texto representará más un incentivo para jugar un producto que una razón para huir de él.
No es la primera ocasión en la que ocurre un caso parecido en Australia, muchos juegos de perfil violento han quedado fuera de la clasificación por edades. Aunque sorprende que tras la adopción de un sistema que permitiese juegos con contenido violento o adulto (18+) sigan dándose estos casos. Al menos suponemos que desde la Cruz Roja internacional apoyarán esta decisión.
No son pocos los casos de censura mejor o peor justificada de los que hemos tenido el dudoso placer de poder hablaros. Pero parece que estamos un poquito más cerca de dejar de preocuparnos por algún país. En concreto parece que Australia está más cerca de aprobar una ley que permita vender y publicar videojuegos con un distintivo +18, o dicho de otro modo juegos con contenido adulto: drogas, sexo, violencia…
El filósofo o el matemático dirían que la vida siempre se abre camino, y así ha sido, algunos han encontrado la forma de escapar a las restricciones, pero mientras otros las rodean hay quien lucha en contra de ellas directamente y parece que con buenos resultados.
Hace poco leímos que Brendan O’Connor, Ministro de Asuntos interiores, había presentado un borrador de 16 páginas sobre como incorporar la ansiada calificación +18 a los videojuegos. Dicho borrador es público, y es importante observarlo con cuidado. Porque, pese al regocijo de algunos al pensar que tal vez una regulación que acepte el contenido adulto podría significar que no hubiesen restricciones, lo cierto es que permitirá escenas de sexo «simulado y de aspecto realista, pero solo simulado», nada «real» (¿Escenas de vídeo interactivo?). La violencia explícita volverá a tener cabida, «salvo que ofenda los estándares de la moralidad, la decencia y decoro que se consideran generalmente aceptados por adultos sensatos», en esos casos no será clasificado.
O’Connor se deja en evidencia al dejar entrever en sus declaraciones que únicamente se puede ofrecer productos de ocio interactivo digital a los infantes:
El gobierno de Julia Gillard pretende proveer a los padres de una mejor guía y hacer desaparecer del alcance de los niños o adeolescentes todo el contenido inclasificable. Con la introducción de la clasificación R18+ ayudaremos a conseguir esto.
El gobierno australiano tomará una decisión sobre este asunto durante el próximo Julio.
El popular servicio de descarga digital de juegos clásicos, GOG, ha cambiado sus términos y condiciones de uso, y lo más probable es que este cambio haya pasado desapercibido para la gran mayoría de usuarios. Hasta poco, la localización de los usuarios era determinada a través de su IP pero a partir de ahora será el propio usuario el que especifique su lugar de residencia. Un representante de GOG, Guillaume Rambourg director de gestión, declararon al respecto que:
Hemos llegado a la conclusión de que existen una serie de problemas relacionados con usar la IP del usuario para saber que podemos ofrecerle desde GOG.com. Nosotros solo necesitamos conocer cual es el país desde el que se realiza la compra.
Este detalle, aparentemente insignificante, conlleva un gran cambio si recordamos que las legislaciones de algunos países prohíben la venta de según que tipo de contenidos. Concretamente, podría ayudar a los residentes en Australia que decidan comprar la versión sin cesura del éxito de crítica y ventas The Witcher 2, creado por CD Projekt su compañía hermana.
Desde Gamasutra preguntaron directamente sobre esta cuestión: …Seguir leyendo +
A mediados del pasado agosto una noticia conmocionó el panorama de la programación independiente y alegal en PS3, un fabricante había creado un dispositivo que podía romper la protección de antipiratería de PS3 en cualquier modelo, viejo y gordo o delgada (FAT & SLIM) ya poco importaban.
Este nuevo artefacto del tamaño de un pendrive podía cargar copias de seguridad (lícitas o no) además de programas caseros desde una unidad de disco USB externa, también desde la propia unidad de disco duro interna. La facilidad de uso y simplicidad de instalación preocupa de forma evidente a los integrantes de la industria, mientras que muchos usuarios se rejocijan en los foros.
Pequeño y de fácil instalación
Ante este panorama, Sony demanda a los distribuidores respaldados por los fabricantes del dispositivo para procurar sacar el dispositivo de las tiendas, acusándolos de violación del copyright e incumplimiento del DMCA.
Mientras continua la demanda en la corte del Distrito norte de California, el pleito en Australia ha sido resuelto a favor de Sony, por lo que PSJailbreak no puede venderse en Australia, los minoristas que vendían el producto a través de sus páginas web tienen orden de retirar el producto de su catálogo además de compensar a Sony por las molestias.
Aparentemente aun queda una última vía para aquellos decididos a atacar el sistema de Sony, utilizar teléfonos móviles de última generación (smartphones) programados para realizar el trabajo de PSJailbreak, tal como apuntan en Engadget y Gamepolitics el programa en cuestión ya ha sido portado a varias plataformas, entre ellas a una calculadora e incluso existe una versión de código abierto lista para implementar sobre hardware barato.