Imaginen que van a un restaurante excepcional, famoso por su cocina. Tras una espera de varias horas por fin les dan mesa y cuando ven la carta todo es absolutamente apetitoso. El camarero se lleva la orden con una sonrisa y todo es muy agradable, regresando a los pocos segundos con un aperitivo exquisito para hacer tiempo, pues los platos requieren un tiempo de dedicación en la cocina.
Por fin, las viandas salen de la cocina, pero ¡ay!, camino de la mesa el camarero tropieza y todo cae al suelo, un suelo lleno de pelusas, suciedad, ceniza y alguna uña mordida y fugitiva. Pero el torpe mesero no se puede permitir hacer esperar más su mesa, pues tiene otras que atender en las que sabe le espera una jugosa propina, así que vuelve a poner todo en la bandeja, desordenado y mezclado, limitándose a soplar un poco la comanda y procede a servirla con un gesto, mezcla de preocupación y ganas de salir pitando.
¿Lo han imaginado? Estupendo, porque eso es Aliens: Colonial Marines. …Seguir leyendo +