Todo comienza en Pasarelia, un lugar ahora bastante tranquilo al que llegamos por arte de magia y en el que nos llamará la atención uno de los anuncios de un panel: se buscan héroes y, además, unos muy concretos. ¿Patillas abundantes, orejas puntiagudas y raya al lado? Eres el tipo que buscan.
Resulta que este pueblo antes no era así –ni mucho menos- si no que siempre estaba lleno de vida y estilismo. La Princesa Cursilinda, la hija del Rey Rizor, era la inspiración de todos, vistiendo siempre a la última moda y marcando tendencia. Todos en el pueblo la adoraban y trataban de imitarla, hasta que un día llego alguien cargado de envidia y malas intenciones: la Bruja de Harapia. En un ataque de celos, le lanzó una maldición a la princesa, despojándola de todas sus elegantes ropas y haciendo que solo pueda vestir un horrible y poco favorecedor mono de color negro. La Princesa Cursilinda no puede soportarlo y se encierra en el castillo; y así es como, sin ella, todo el estilismo y la alegría de Pasarelia se han perdido hasta la fecha. Por todo esto, el Rey Rizor hace un llamamiento a todos los héroes del mundo, aunque solo aquellos que cumplan los requisitos exigidos podrán embarcarse en una peligrosa travesía para encontrar a la bruja y acabar con el maleficio.
Antes de empezar nuestra aventura tendremos que hablar con Madame Sastria, la que antaño se encargaba de diseñar y crear toda la ropa de la princesa y considerada la mayor experta de todo el reino. Ella será la que nos llegará a coser los más de 20 trajes diferentes, cada uno con características diversas que mejorarán las capacidades de nuestro personaje, y además, la que nos confesará que su tristeza por la desgracia ocurrida en Pasarelia es aún mayor, pues la Bruja Degala es, en realidad, su hermana mayor. Una vez tengamos nuestro primer atuendo y hayamos hablado con el anciano en el castillo –que muy amablemente nos explicará que durante nuestro viaje nos acompañarán 2 héroes más- seremos trasladados al reino de Harapia para comenzar nuestra búsqueda, por fin.
Para que todo el argumento no sirva como excusa a la hora de jugar, pronto nos daremos cuenta de que lo de la moda es realmente el eje de la historia, y nos encontraremos buscando y rejugando niveles una y otra vez para conseguir todos los objetos necesarios para que Madame Sastria nos pueda coser todos los atuendos. Recorreremos 8 regiones con diferentes zonas dentro de cada una de ellas, pero con algo en común: tendremos que tirar de ingenio y habilidad para resolver el puzle que nos permitirá llegar al final de cada una de ellas y seguir avanzando. En cada región nos darán armas diferentes, con lo que probaremos varias dinámicas de juego en base a esto, y objetos/materiales de forma aleatoria. Éstos también pueden conseguirse en una especie de bazar que se encuentra en Pasarelia, cerca del establecimiento de Madame Sastria, aunque los precios sean, en ocasiones, totalmente risibles.
A nivel visual, muchos detectarán la semejanza con A Link Between Worlds con esa cámara casi completamente cenital y gráficos sencillos y “adorables”. La banda sonora, aunque no es de las mejores, nos trae algunas de las piezas más famosas y reconocibles de la saga para acompañarnos durante la aventura. Respecto a la jugabilidad, aún con los constantes cambios en la mecánica de juego, son muy fáciles de aprender y manejar con destreza. Esto último es primordial, pues el juego nos invita a rejugarlo no pocas veces, con lo que los niveles rápidos y sencillos son necesarios.
Tri Force Heroes nos da a elegir entre dos formas de jugarlo –diferenciado por dos entradas del castillo-: solos o acompañados. Si optamos por jugar solos deberemos asumir las riendas del equipo, pues tendremos que controlar obligatoriamente a los otros dos personajes que nos acompañarán “poseyendo” intermitentemente a uno y otro para moverlos e interactuar a lo largo de cada nivel. Una forma muy útil de avanzar con los tres personajes cuando se juega solo es formando un tótem –apiñaditos unos encima de otros- y transportándolos por el escenario. Por otra parte podemos jugar con amigos o con usuarios aleatorios que también posean el juego de forma local o aleatoria. Ya que no nos podremos comunicar con ellos por voz, para facilitar la organización del equipo nos podemos valer de los 8 botones de interacción que aparecerán en la pantalla táctil de nuestra consola. Sin duda, es la forma más divertida y ágil de jugar, aunque también presenta sus dificultades. Si elegimos compañeros aleatorios, no podremos cambiar de zona hasta la disolución del grupo, así como la imposibilidad de jugar dos personas en local. A favor, al menos, cuenta con el Modo Descarga, con el que tres jugadores que se encuentren en el mismo lugar simultáneamente puedan jugar con solo un solo juego.
Lo cierto es que esta última entrega apuesta con fuerza por el multijugador para completar todos los niveles junto a otros dos amigos. Si tenemos esa suerte, podremos hacernos entender con nuestros compañeros a través de las acciones predeterminadas que aparecerán en la pantalla táctil de la consola con las «señales» que nos serán de mayor utilidad. Si por otra parte jugamos solos, nos veremos obligados a arrastrar a los otros dos personajes -que permanecerán inertes siempre que no los controlemos- hasta resolver el puzle en cada fase. Esto hará que la jugabilidad sea mucho más torpe y aburrida, y acabará por agotar nuestra paciencia en no pocas ocasiones. Por otra parte, los jefes de cada fase no ofrecen una dificultad notable respecto al resto de enemigos que encontraremos en los diferentes niveles y, con una coordinación decente, acabaremos con ellos más rápido de lo que pensamos. El hecho de que la historia se sustente simplemente en una princesa tristona porque una bruja envidiosa le ha robado sus vestidos le resta mucha seriedad a esta entrega, llegando incluso a parecer absurda. ¿Un título al que jugar un par de tardes con unos amigos para divertirse? Probablemente sí. ¿Divertirse solo? Definitivamente no. Más bien, un título que no aporta demasiado a la famosa saga y con el que pasar el rato mientras esperamos la siguiente entrega.