Si alguien me hubiese dicho cuando apareció el primer Hyperdimension Neptunia, allá por el 2011, que el presente año sería su gran momento no me lo creería. Es más, creo que me hubiese emborrachado a base de whiskys hasta perder la consciencia. No habría imaginado que pudiese llegar ese día para una saga en la que las videoconsolas más conocidas se convierten en diosas y se parten el lomo.
Pero aquí estamos, cuatro años después, y con varias empresas empeñadas en llevar a una consola moribunda y casi abandonada por sus creadores todo juego posible de esta saga, sin que importe el género y lo conocida que sea. Ya sea Nippon Ichi, Namco Bandai, Idea Factory o Badland Games, todas son responsables de que no pueda abandonar Playstation Vita y centrarme en otras plataformas más aceptadas por la sociedad. No paran de salir juegos interesantes para ella, aunque vengan del lejano oriente.
Tras una magnífica primera parte, y después de un sorprendente juego de baile, ha aparecido la secuela, de la que ya hablamos en su versión de Playstation 3 y sobre la que tal vez comentemos algo a posteriori. En uno de mis viajes por tierras lejanas vi un spin-off protagonizado por la diosa de Lastation, Lady Noire. Una entrega tan lateral que ni por mero coleccionismo pensé en adquirirlo, supuse que no tendría importancia. Cual ha sido mi sorpresa al observar el anuncio de que sí, será lanzado en occidente, y más aún al comprobar gratamente que se trata de un juego recomendable. Muy al contrario que la versión original de la primera entrega.
A diferencia de los anteriores Hyperdimension, la protagonista no es Neptunia —representante de SEGA—, sino Noire —que reflejando a Sony—. En consonancia con el cambio de personaje, el nombre del título ha cambiado de Hyperdimension a Hyperdevotion. En esta ocasión hablamos de un juego de estrategia más que de un Action RPG al uso. Su historia nos lleva a tener que reconstruir Gamemarket, el mundo donde transcurre la saga. Y para ello tenemos que, como siempre, obtener el mayor porcentaje de público posible.
Las batallas estratégicas poseen un estilo muy similar a otros juegos como Disgaea o Shining Force III. Podemos mover nuestras piezas por el escenario, usar sus ataques, realizar combinaciones conjuntas, usar objetos e incluso pasar de los enemigos e ir directamente a recoger lo que se encuentra dentro de ciertos cofres de tesoro, aunque hasta que no realicemos la misión que tenemos encomendada no superaremos la fase. Como detalles curiosos, al realizar un ataque especial junto a otra compañera —sí, todas son mujeres—, recibiremos apoyo por su parte, y dependiendo del elemento al que represente el personaje seremos más fuertes y a la vez más débiles ante otro elemento. Además, las pantallas están llenas de vida, con enemigos que pueden volar al igual que las protagonistas, o trampas láser.
Y aunque este sea el core de la mecánica de juego, lo que me parece más interesante es lo que ocurre fuera, cuando no estamos batallando, porque a fin de cuentas es posible encontrar la misma mezcla de elementos en otros títulos.
Curiosamente, nuestro avatar no es una de las diosas. En este caso somos el secretario de Noire, un humano que se mete dentro de su mundo. Un recurso que ya vimos en Hyperdimension Neptunia Producing Perfection. Y nuestra misión será la de ayudar a Noire y al resto de diosas a restaurar el equilibrio. También podremos llevar a cabo otras acciones como hablar con las diosas, en particular con Noire, y mejorar el «cuchitril» que habita añadiendo nuevos elementos o haciendo que evolucione. Podremos hablar con la población y, de hecho, serán ellos los que nos vayan dando las misiones de una manera u otra: el tipo de detalles que logran marcar un pequeño punto de diferencia. Aunque también tiene otros elementos más mundanos como la creación de objetos, o planes de ataque, como es habitual en la saga Hyperdimension.
En resumidas cuentas, Hyperdevotion Noire: Godess Black Heart es un título con multitud de elementos que es necesario aceptar o buscar, como son el excesivo Ecchi, la enorme cantidad de texto —además, en inglés— y que su mecánica principal sea la estrategia. Sin embargo, en el caso de aceptar todas estas características se trata de un videojuego muy disfrutable. Una obra especialmente recomendable como complemento de la saga desde la PlayStation Vita, donde muchos de sus defectos se ven atenuados al acomodar fácilmente los juegos de estrategia.