Hoy voy a continuar hablando de la saga de Action RPG creada por Nihon Falcom, un compendio de títulos realmente ignorados en occidente. Tras haber criticado los dos títulos disponibles en Steam,Ys Origins e Ys: The Oath in Felghana –además de la puesta al día de sus dos primeros capítulos–, debo hablar sobre un juego previo a estos lanzamientos que en realidad es la sexta entrega de la saga. La obra fue lanzada originalmente en PC exclusivamente en tierras japonesas, y posteriormente distribuida por Konami en territorio europeo para Playstation 2 y PSP con el añadido de venir en perfecto castellano, el único de saga al que se puede jugar en el idioma de Cervantes.
Se trata de tres versiones de un mismo juego, todas con un nivel de calidad más que aceptable pero con unas diferencias muy marcadas en cuanto a velocidad. Un matiz que hace –al estar completamente orientadas al combate– a una de las versiones muy superior respecto a las otras dos. Por desgracia es la versión que aún no nos ha llegado a Europa, aunque esperemos que los chicos de Xseed cumplan su palabra, la traduzcan y la lancen en Steam para nuestro territorio. No solo se trata de la versión más cómoda de todas, es también la más conseguida artísticamente y la que cuenta con mayor fluidez en el control. Pero no nos adelantemos.
Un naufragio más
Adol Christin ya ha sido definido en varias ocasiones como un aventurero que está siempre en el lugar adecuado y en el momento necesario, pero dejadme añadir que además tiene a suerte el naufragar en los lugares más extraños. Si no fuera por su pericia con la espada y su don para salir airoso en las situaciones más peliagudas pensaría que al pobre chico le echaron un mal de ojo en la cuna. Bueno, bromas a parte, tras ser atacados por el imperio romuno mientras viajaba con su fiel amigo Dogi, y los piratas Ladock y Terra, y naufragar tratando de salvar a Terra de una muerte segura, Adol despierta en una playa de la región de Canaan, donde conoce a un par de chicas pertenecientes a la tribu Rehda llamdas Olha e Isha.
Tras recibir cuidados y sanar sus heridas Adol descubre que no va a poder huir de las islas fácilmente. Un gran vórtice impide el acceso de las embarcaciones al archipiélago, y del mismo modo impide la salida. Además, Adol se entera de que hay más náufragos por la zona que se han establecido en las islas al no poder huir, y tienen contenciosos con los Rehda.
A partir de aquí todo se irá enredando hasta el punto de enlazar con el origen de la tierra, las diosas de Ys y sus artefactos de poder. Y todo por aceptar dar un paseo en barco con unos amigos piratas.
Sigue siendo más Action que RPG
Como he mencionado antes, Ys VI presenta las bases de lo que sería perfeccionado a posteriori en los dos juegos siguientes en aparecer. Estas bases parten del desarrollo de Ys V, al más puro estilo Zelda, para potenciar más el combate. Se añaden combos, las magias cobran bastante protagonismo y la velocidad de movimiento y acción es muy elevada. Podemos observar que es un título anterior al ver que la cadencia de ataques no es tan fluida como en los posteriores o en la detección de colisiones, que tiene algún momento erróneo que puede provocar que ciertos combates contra acaben en derrota segura. Además, apuesta por escenarios laberínticos y no aporta ningún tipo de mapa al jugador, haciendo que la desorientación sea una tónica común en el desarrollo de la partida. También nos obligará a pasear de un lado para otro continuamente, pues no se ha implementado ningún sistema de teletransporte, y si queremos ir de una localización a otra debemos darnos todo el paseo tantas veces como sea necesario. Sin embargo, ya cuenta con ese componente de frenetismo en su ritmo que es marca de la saga y que una vez iniciada una partida hace difícil el dejar de lado los mandos.
El juego cuenta también con misiones secundarias, algunas interesantes para conseguir un equipamiento que vendrá muy bien de cara a enfrentarse a los enormes, difíciles y durísimos jefes de sección, a los cuales además se les añade siete opcionales que tampoco tienen la intención de ponernos las cosas nada fáciles. Otras misiones resultan más triviales y cuentan con una recompensa mínima acorde. La posibilidad de desviarse del hilo principal de la aventura se agradece para darle más vida al juego, pues no es en absoluto largo, y un jugador con una cierta experiencia podría completarlo en algo menos de la decena de horas, contando con que dará más de un largo paseo.
Recomendable, pero uno más que otro
Por último es inevitable añadir una comparación entre las distintas versiones del mismo título. En un principio esta crítica iba a ser exclusivamente de la versión para Playstation 2, pero tras llegar a más de la mitad del juego y tener un par de sensaciones un tanto extrañas pude hacerme con la versión de PC y comparar. Finalmente terminé probando la versión de PSP para sacar mis propias conclusiones, y lo primero que debéis saber es que las tres merecen mucho la pena pero una más que las otras.
Artísticamente, la versión de PC y PSP son iguales. Personajes en dos dimensiones creados con mucho mimo y unos escenarios en tres dimensiones muy coloridos y detallados. Los enemigos están diseñados del mismo modo que los personajes principales, pero los jefes de final de sección vuelven a estar diseñados en tres dimensiones. La integración de ambos apartados artísticos es muy efectiva y en ningún momento molesta ver a ambas tecnologías darse la mano. En la versión de Playstation 2 Konami optó por crear personajes también en tres dimensiones, creando con ello unos modelos peor animados y más feos que en su versión 2D. Sin embargo el modelo de Adol muestra los cambios en el equipo de forma visible como un detalle del mimo que han tratado de poner en la reedición del juego. El problema viene en que estos defectos de animación en los modelos 3D afectan al combate, haciendo que sea un poco más incómodo en PS2 que en PC.
Otro punto en el cual se diferencian las versiones es en la velocidad de la partida. Mientras que en PC el juego es extremadamente fluido y suave, en PS2 se redujo un poco la velocidad haciendo un tanto más incómodo -nada extremo, hay que jugar a ambas versiones para detectar ese ligero descenso de velocidad-. Aunque es la versión de PSP la que peor parada sale, pues en ocasiones no puede con la carga en pantalla de personaje, ataques y enemigos y tiene serios problemas para mantener la velocidad en partida. Además cuenta con tiempos de carga bastante molestos en cada cambio de zona, que no existen ni en PS2 ni en PC.
Por lo demás, es la versión de las consolas de Sony las que más extras presentan, como una fase de pruebas en la que conseguir oro y mineral de mejora de armas, doblaje y escenas de vídeo que ilustran la partida. Estas escenas presentan modelados 3D bastante alejados de los modelos dibujados que veremos en las conversaciones, pero están bien resueltas y son bastante espectaculares. Además, cuentan con el añadido de estar en perfecto castellano, mientras que la de PC sólo se puede encontrar en japonés.
Como veis, la mejor versión no está en ningún idioma occidental, pero que el juego en PS2 y PSP sea inferior no quiere decir que sea un mal juego. Al contrario, es muy divertido, y un buen representante de su saga, y, sinceramente, es la única oportunidad que tenéis de ver cómo hablan al mudo de Adol Christin en nuestro idioma.