No suelo hablar de juegos que, por así decirlo, no se puedan adquirir fácilmente de manera legal en España. Pero en este caso voy a hacer una excepción en pos de otra característica clave de esta web: hablar de juegos interesantes de los que no habla nadie.
Si bien Kenka Bancho fue destacado por paginas estadounidenses, como uno de los juegos interesantes que se podían disfrutar desde el 2009 en PSP, lo cierto es que parece que no haya tenido suficiente repercusión ni que haya generado un cuerpo de fans. De hecho, ha sido una de las primeras veces con un juego reciente en las que al tener una duda no he podido consultar ninguna guía, FAQ, o similar, al menos en los idiomas que domino. En la época en la que vivimos, la era de la información, donde cualquier cosa tiene una base de fans y gente dedicada a escribir sobre de ello es sorprendente.
Aún más sorprendente si tenemos en cuenta que se trata de un juego distribuido por Atlus, empresa que si suele ser foco de atención, o si pensamos que en realidad esta saga cuenta con cinco partes en el mercado. Aunque no, no voy a ser yo el que se dedique relatar la guía. Pero si voy a dedicarle un tiempo a explicar el por qué, si podéis, debéis jugarlo.
Kenka Bancho: Badass Rumble recoge el testigo de esos juegos donde eramos los malotes del barrio, malotes con honor y corazón, claro esta. Juegos como Kunio Kun (aqui llamado Street Gangs o River City Ransom), el mas reciente Scott Pilgrim, o el spin-off de la saga Yakuza titulado Kurohyō: Ryū ga Gotoku Shinshō para PSP, que casualmente es un título donde manejamos a alguien en edad de estudiar. Dicha versión de Yakuza contaba con cierta libertad de acción, aunque sin llegar a los extremos de un sandbox, una mezcla, por así decirlo, entre los Yakuza y Persona. Y si me habéis leído en los últimos años sabréis que estas dos sagas han sido dos de mis ultimas y verdaderas obsesiones jugables.
En Kenka Bancho manejamos a Tatsuya, un estudiante que quiere ser el Bancho mas fuerte de todo Japón. Bancho, por extensión, es el nombre con el que designan al «malote del colegio o instituto». Y da la casualidad de que se han reunido todos los Bancho de todas las prefecturas de Japón mientras estamos de viaje de instituto por Kyoto, y es una oportunidad fantástica para derrotarlos a todos en una semana y demostrar que somos el mas fuerte del país.
Pero, como si de La Abadia del Crimen o la saga Persona se tratase, tenemos un horario y unas normas que cumplir como buenos estudiantes. Así, el primer día es libre, pero menos en dos en el resto por la mañana tendremos que ver algunas de las glorias del país, hasta que llegue la tarde y podamos decidir ir a uno u otro sitio. Realmente, disponemos de una gran libertad de acción, pero si seguimos el itinerario podremos hacer avanzar la historia en otros espacios distintos.
Pero no solo de puños vive el hombre, también tenemos la oportunidad de cortejar a distintas señoritas y de interaccionar con otros personajes. Durante todo el juego el personaje se maneja y se comporta del mismo modo, podemos moverlo, dar leches, correr o saltar, cubrirnos, y charlar, o lo mas sorprendente: lanzar nuestra mirada terrorífica hacia otros personajes.
Nuestra habilidad extra, en japanglish «Menchi Beam«) tiene diversas consecuencias según con quien la usemos, incluso podremos mirar con ella los baños de las chicas (o intentarlo) entre otros usos. Si la lanzamos sobre una persona normal provocaremos que se vayan corriendo, pero si el otro personaje es un malote disparará su mirada también hacia nosotros y podremos retarle en combate. Es un paso previo fundamental ya que si el resto de Bancho no son desafiados de este modo seremos calificados como Shabazo en lugar de un Bancho Shabai (respetable), algo que el propio juego tiene muy en cuenta en situaciones posteriores. Al comienzo de nuestro reto con el rival habrá una fase de duelo de insultos, en la linea de lo visto en The Secret of Monkey Island. De hecho, hay bastante juego con esto, porque si bien es posible tirar de una respuesta fácil hay respuestas escondidas, y algunas, de hecho, hacen referencia a todo tipo de elementos de la cultura pop, entre ellos, los pertenecientes a la obra de LucasArts.
Una vez metidos en faena el juego tiene multitud de tipos de golpes que, además, se pueden mejorar tanto subiendo de nivel como aprendiéndolos al derrotar a enemigos fuertes. También iremos consiguiendo dinero (ya sea gracias a los combates o encontrandonoslo por ahí) con el que podremos desde comprar objetos que nos ayuden en la pelea hasta sourvenirs o todo tipo de armas. Eso si, no esperéis que el usar armas sea bueno para nuestra reputación.
Aunque pueda parecer lo contrario, en Kenka Bancho no tenemos porque pelear solos. Desde el principio ya podemos llamar a un amigo para que se una a nuestra causa, y conforme derrotemos enemigos (sobre todo si somos Shibui y no Shabai, vamos, honorables y no ratas de cloaca almizcleras) podremos invitarles a que nos acompañen para repartir amor en la ciudad.
Estas son en suma las andanzas que nos esperan durante los siete días que componen el juego repartidos entre mañanas, tardes y noches, por la extensa Kyoto. Una gran ciudad que podemos recorrer a pie o con diversos transportes. Si bien no es un título perfecto si que puedo decir que es muy divertido, exagerado y sorprendente, y que ademas incluye una cantidad de secretos nada desdeñable. El recorrido inicial completando el juego puede representar apenas un escaso 25%. Así que si podéis haceros con él… dadle una oportunidad.