Emulando al capitán Jacques Costeau en nuestro Calypso particular, volvemos a sumergirnos en las profundidades de lo retro para destacar uno de los FPS más conocidos. Se trata de Rise of the Triad: Dark War, un videojuego desarrollado y distribuido por Apogee, en el cual cogerían el motor gráfico de Wolfenstein 3D y le darían un repaso de arriba a abajo.
Un momento. ¿Pero Wolfenstein 3D no era de iD Software? Efectivamente, pero cuando desarrollaron Wolfenstein 3D aún no distribuían, por lo que Apogee era la encargada y esto le daba ciertos derechos sobre los motores gráficos. No sería la única vez que Apogee se quedaría con un motor de iD para su propio uso, claro ejemplo son los casos de Commander Keen: Goodbye Galaxy!, que usarían para Biomenace, y de Quake II, que sería utilizado para Duke Nukem 3D –ya como 3D Realms–. Supongo que sería un acuerdo al que llegarían ambas compañías, pero no deja de ser curioso y ha provocado que popularmente se relacionen ambas casas más de lo que realmente han estado.
Pero volviendo al título que nos atañe, Rise of the Triad: Dark War fue concebido originalmente como un pack de expansión de Wolfenstein 3D (de hecho, se pensó en el título Rise of the Triad: Wolfenstein 3D II), con la colaboración de iD Software. La idea era que, tras la muerte de Hitler, salieron a la luz tres grandes corporaciones que estaban usando al führer como testaferro y que continúan con sus planes para dominar el mundo. El caso es que, cuando el desarrollo estaba muy avanzado, iD Software se bajó del carro ya que querían centrar sus esfuerzos en la saga Doom y en el desarrollo del motor gráfico para Quake. Apogee no estaba dispuesta a perder lo invertido y, ni corta ni perezosa, cambió el argumento por completo y rediseñó los gráficos. Este es el motivo por el que los enemigos de Rise of the Triad tengan tantas similitudes con soldados nazis aunque, según su argumento, no tengan nada que ver.
Rise of the Triad: Dark War nos lleva a un futuro cercano en la isla de San Nicolás, donde cinco miembros del H.U.N.T. (High-risk United Nations Task-force) están espiando las sospechosas actividades de una secta dirigida por el multimillonario ocultista conocido como El Oscuro y que cuenta con su monasterio en dicha isla. Cuando el grupo se disponía a volver de la isla para presentar su informe, se encuentran con que su embarcación había sido abatida, por lo que no les quedará más remedio que adentrarse en el monasterio y acabar con El Oscuro para poder salir de allí con vida.
En el juego tendremos que escoger a uno de los cinco miembros del H.U.N.T. (Taradino Cassatt, Thi Barret, Lorelei Ni, Doug Wendt e Ian Paul Freeley), teniendo en cuenta que cada uno tiene sus características propias de velocidad, resistencia y precisión. A partir de ahí, el sistema de juego es muy similar a otros FPS de la época, con sus distintos tipos de armas, las llaves para abrir distintas puertas y su sistema de niveles con jefes al final de fase. Sin embargo, se nota la mano de Apogee al introducir muchos elementos del género plataformas tales como elevadores, escaleras, objetos que recolectaremos para rellenar la vida y las propias plataformas. Estas novedades no terminan de agradar a los puristas del género pero no deja de ser cierto que le da un punto de originalidad del que carecen otros títulos.
En lo que respecta a sus gráficos, si bien es cierto que utiliza el motor de Wolfenstein 3D, el salto de calidad es abismal. A parte de permitir movernos hacia arriba y hacia abajo, la fluidez y la calidad de los gráficos que soporta es muy superior, por lo que el resultado final es muy aceptable a pesar de tratarse de un tipo de motor que empezaba a quedarse obsoleto. Destaca en el diseño de los gráficos un alto contenido de violencia, lo que no le libró de cierta polémica ya que, aunque hubiese otros títulos de un nivel similar, al realizarse contra humanos, levantó ampollas sobre las sociedades más retrógradas. Respecto a este realismo, hay que destacar que los personajes enemigos están realizados con capturas de actores reales; incluso tendremos como enemigo final al mismísimo Tom Hall, diseñador principal del juego.
El juego, aunque funcionó bastante bien y tendría algunos packs de expansión, carecería de secuelas directas. Esto probablemente se debió a la creación de 3D Realms, el sello que utilizaría Apogee para los juegos con características 3D tales como Terminal Velocity o Duke Nukem 3D y que no querrían relacionar con títulos anteriores. De hecho, Rise of the Triad es uno de los pocos juegos en 3D publicados por Apogee bajo su sello original. No sería hasta el pasado julio cuando se publicara un remake del juego, con desarrollo de Interceptor Entertainment y producción de la propia Apogee, en exclusiva para Steam y GOG y que de momento está teniendo una aceptación bastante tibia por parte de la crítica especializada.
FLYBOY