La saga Aliens ha disfrutado, en general, de buenas adaptaciones. Desde la versión de Spectrum con su regusto a Space Hulk, hasta el sobresaliente FPS de Rebellion en su cruce con la serie Predator, pasando por los excelentes Alien 3 de 16 bits. Pero, hoy en día, si nombramos un juego sobre xenomorfos, todos tendrán la imagen mental de un título en primera persona con oscuros pasillos, sustos por doquier y el corazón en un puño. Afortunadamente, WayForward, autores del presente juego, decidieron emplear un diseño más clásico en Aliens: Infestation. Concretamente en 2D y con regusto de 16 bits.
Aliens: Infestation es completamente tradicional en su planteamiento, tanto desde el punto de vista jugable como desde el argumental. Fuera quedan los depredadores galácticos y los escenarios extraídos del citado crossover. Aquí los antagonistas vuelven a ser aquellos que se batieron el cobre en el planeta LV426: aliens y marines. Bueno, y algún sintético, porque no podría ser de otra forma. Y la representación de personajes es absolutamente acertada, pues al igual que en la película que da nombre al juego, cada marine tiene su propia personalidad y diálogos. Basta de soldados genéricos y basta del concepto «quedan tres vidas». Aquí cada marine es único, y si muere ante un xenomorfo lo habremos perdido para siempre, pudiendo comprobar la lista de bajas desde un menú del juego.
Y perderemos marines a lo largo del juego, por supuesto, pero defenderemos cada uno como si fuera el último. Nuevos marines se unirán a lo largo del juego a nosotros, sí, pero la muerte de cada uno es algo que sentiremos con rabia.
Pero hablemos del escenario, parte integral de cualquier historia de Aliens: La U.S.S. Sulaco vaga a la deriva tras enviar una señal de socorro, al regresar del planeta LV426, situándonos en el periodo transcurrido entre la segunda y la tercera película. La señal es recibida y un grupo de cuatro marines es enviado a comprobar el estado de la nave, siempre supervisados por la omnipresente corporación Weyland Yutani. La nave, tal y como mandan los cánones, aparecerá infestada de criaturas, pero la cosa irá más allá de recorrer niveles limpiándolos de enemigos. Mucho más allá. Es más, en ciertos momentos del juego saldremos de la emblemática nave a otras localizaciones de forma puntual e incluso nos daremos un paseo espacial en el que el juego cambiará su personalidad por una con más plataformas.
La Sulaco está diseñada en base a zonas limitadas por accesos controlados por tarjetas y en ciertos puntos habrá obstáculos que sólo podrán ser superados con objetos y armas concretos, que serán obtenidos según avanzamos. Sí, es la estructura exacta de un Metroid y el juego no se ruboriza por ello. Es más, aprovecha y se hace fuerte en esas características y defectos para ofrecer una experiencia que nos retrotrae a los juegos de hace veinte años. Ahí están las zonas que serán accesibles más adelante, ahí los objetos en zonas secretas a las que vemos que no podremos entrar hasta mucho después y, como debe ser, el necesario mapa que se irá completando según progresa el juego, y al igual que en el título del que hereda, recorreremos muchas, muchas veces los pasillos y habitaciones de la nave realizando diversas tareas, pues la historia del juego así nos lo requerirá.
Y por supuesto, los enemigos: pocos y del tipo que la ambientación exige. Algún humano hay, por requisitos de guión, e incluso sintéticos, pero también tenemos ahí a los xenomorfos más tradicionales, como los guerreros (Necronom en los diseños originales de Giger), los chestbuster, los facehugger y un par de tipos nuevos al efecto. Por supuesto, una reina no podría faltar al baile y lucirá sus mejores galas mientras esquivamos sus dientes al bailar pegados en un elevador de carga.
Y, ay, las armas. En la iconografía de Aliens hay pocas cosas tan marcadas como el lanzallamas y la «smart gun» que tan bien lucía Vasquez en la película, y, maldita sea, aquí cobran un protagonismo necesario, particularmente el lanzallamas y su capacidad para desbloquear puertas llenas de secreciones. Y lo harán con el mismo sonido que ofrecían en su momento, el audio es fiel reproducción y los chillidos de aliens, los disparos de pulsos o el permanente «ping» del detector de movimiento se pelearán por la atención en nuestra cabeza. Y creo innecesario recomendar el jugar con cascos, vaya, pues debiera ser obvio a estas alturas.
El conjunto que es Aliens: Infestation funciona muy, pero que muy bien, pues el combinado de sus componentes es muy sólido. Por supuesto, tiene sus problemas heredados del estilo de juego: enemigos de IA simple que hacen respawn siempre en las mismas zonas o el tener que recorrer algunos escenarios una y otra vez. Pero todo eso no deja de ser una característica de su herencia y quizá una virtud que ayuda a abstraerse y volver a sensaciones casi olvidadas en el videojuego moderno. Eso, unido a la excelente ambientación, hace que el juego resulte una propuesta fantástica y tremendamente agradable de jugar.
Un juego de Alien que comparas con Metroid…me lo has vendido totalmente con eso!
Aunque también me ha gustado bastante que tengas un grupo de marines que si mueren,así se quedan,le da un toque de realismo que me resulta interesante.
Buen comienzo por aquí,señor DR!
Un juego que TAL VEZ me acabe pillando algún día. Porque es de Way Forward, Sega, y todo el mundo lo pone por las nubes. Y porque está barato. Muy importante eso 🙂
Aún a riesgo de parecer imparcial tengo que decirlo. Aliens Infestation es uno de los mejores juegos que hay para DS. Combina con acierto la esencia de los metroidvanias con la atmósfera de Alien, algo parecido a lo que hicieron con Alien 3 de SNES pero con muchas más posibilidades.
Me encanta cómo Wayforward ha creado tensión en el juego sin ser un FPS. Hacer lo mismo que en consola o PC hubiera sido un fracaso pero aquí compensa la falta de sustos con el MIEDO real a que mueran tus marines. Aquí el que muere no vuelve a aparecer, son como vidas pero con personalidad, y no creáis que Infestation es fácil. El hecho de que los aliens vuelvan a aparecer aunque ya hayas limpiado esa habitación te hace estar en constante tensión, y encima solo puedes salvar la partida y o curarte en habitaciones especiales.
Y doy gracias también a que no se les haya ido mucho la pinza como con el Aliens de Konami. Sí, muy divertido, pero me «shockea» la cabeza imaginarme aliens eléctricos o líquidos XD.
P.D: El minijuego del cuchillo es un guiño fenomenal y un GOTY puro