Juego, set y partido. Todavía recuerdo mis primeras partidas al Virtua Tennis en Dreamcast, ¡tenia mi propia recreativa en casa! Eran otros tiempos eso sí, y creo que también éramos más fáciles de sorprender. Pocos años después estoy jugando al mismo título en un móvil, es alucinante lo que hemos avanzado en tan poco tiempo. La verdad que la franquicia deportiva de SEGA ha resistido con mucha fuerza todos estos años (pese a que algunas versiones apenas hayan evolucionado), y una versión para móvil sin ser necesaria se agradece.

Lo más importante de todo el juego es su mecánica, y si bien no podemos decir que le haya sentado mal sus controles táctiles tampoco es que sean la bomba. Podemos definir hasta cuatro tipos de controles, uno exclusivamente por gestos y otros tres restantes virtuales. Los últimos apenas difieren entre sí, aunque cambian sensiblemente la combinación de botones táctiles. Pero lo que esta claro es que el control por gestos es bastante decepcionante. Apenas te bastan dos partidas para darte cuenta que la cosa así no avanza. Y para colmo, lo anterior se pronuncia si jugamos desde un iPhone 4 o inferior, donde la bajada de frames es más frecuente y nos deja completamente vendidos en ciertos compases. El resto de controles convierten al juego en un adictivo título deportivo, al menos después de algunas partidas a nuestras espaldas. El stick virtual responde muy bien, de forma dinámica y fluida, y los botones son grandes y cómodos, lo suficiente como para no equivocarnos a la hora de pulsarlos.

De modos de juego esta más que servido: el siempre decente modo exhibición, un divertidisimo modo multijugador, un interesante entrenamiento y la guinda del pastel, el modo campeonato mundial SPT. En éste último podemos jugar hasta 18 días torneo tras torneo, siendo preciso conseguir dinero para acceder a las competiciones más caras. Recorremos ciudades como Shanghai, Washington, Acapulco, Dubai, Madrid o el Cairo. Aunque olvidad cualquier tipo de licencia de competiciones o jugadores, todo es inventando. Podemos escoger entre una docena de deportistas bastante equilibrados, y la verdad es pese a todo Nadal y Federer están presentes a su estilo. Como apunte mencionar que en el modo campaña podemos ponernos nuestro propio nombre y nacional

Visualmente, Virtua Tennis sorprende bastante en sus primeras partidas. Es como tener el juego de tenis de la recreativa original dentro de tu iPhone/iPad. Sin embargo, conforme avanzamos percibimos detalles que no están del todo pulidos. Los recoge-pelotas parecen estatuas, igual que el arbitro que no es capaz de girar la cabeza. Además en ocasiones el motor se congela mientras nos movemos dejando un poco vendido el terreno jugable. Por lo demás, las capturas hablan por si mismas, tenemos un juego envidiable a nivel técnico e insuperable a día de hoy por cualquier otro título similar en iOS (aunque huelga decir que la competencia es más bien escasa). Las animaciones concretamente son muy realistas. El audio cumple la papeleta notablemente, con melodías típicas del simulador que en los puntos decisivos pueden poner más nervioso de la cuenta. Los efectos de sonido son geniales para el público, incluso las voces de los jugadores y los golpes de raqueta.

El juego de SEGA en definitiva nos de una de cal y otra de arena, aunque al echar cuentas es fácil ver que casi todo está a favor más que en su contra. El sello de calidad y diversión propio de Virtua Tennis está asegurado a bordo del espectacular apartado técnico, aunque en puntuales ocasiones pueda dejarnos en pañales por su bajada de frames no es una característica que influya tanto como para valorarlo negativamente. Se convierte sin duda en el rey de la fiesta en los juegos de tenis para iOS.