1992 debe ser recordado en España por dos motivos muy importantes. El primer motivo, que nos atañe directamente, fue el primer boom de las consolas, que tuvo lugar en esas navidades. El segundo evento, más genérico, son las Olimpiadas de Barcelona 92. A los más jóvenes del lugar os debe costar entender lo que supusieron para el español medio, pero os puedo decir que marcaron un antes y un después en la sociedad española. Y como nexo de unión de ambos acontecimientos, un juego, Olympic Gold para las consolas de una compañía Sega.
Ahora resulta imposible imaginárselo, pero el protagonista un par de meses antes, y después de las Olimpiadas, no fue Super Mario World ni fue la Super Nintendo. En todas las revistas la portada no la tenía el culpable de que Shigueru Miyamoto haya ganado el premio Príncipe de Asturias a la comunicación, sino unos señores bien atléticos que realizaban determinadas pruebas. El juego, que no estaba mal, visto desde la distancia nos hace pensar en la manipulación de la publicidad, y en los jóvenes que vemos ahora. En la actualidad London 2012, otra vez bajo la bandera de Sega aunque ahora en plataformas de diferentes fabricantes, es el juego más vendido en el principal mercado europeo pero apenas ha tenido seguimiento en la prensa especializada. Y es una pena, porque realmente es bastante mejor que aquellos juegos de Barcelona 92.
En London 2012 podemos competir en 45 pruebas, o alrededor de 30 en realidad si descontamos que en algunas se puede competir tanto con hombres como con mujeres, cada una con su propio sistema de control que podemos aprender antes de enfrentarnos a ella o entrenando de manera separada por nuestra cuenta. Dentro de estas pruebas encontramos minijuegos bastante trabajados, como el voley playa, el tenis de mesa o las carreras de kayak, mientras que otras son las clásicas pruebas de atletismo (como los 100 metros lisos o el triple salto), que no requieren de tanto trabajo por parte de los desarrolladores. Una cosa que han hecho muy bien desde el punto de vista de un jugador es una especie de «modo historia«, en él cada día debemos seleccionar en que pruebas vamos a participar para que a medida que vayamos ganando medallas estas conformen el palmarés de nuestro país.
Sorprende, para bien, el trabajo de Sega Australia a nivel visual con un buen modelado, unas físicas espectaculares especialmente en pruebas de agua y un diseño de menús realmente claro y bien trabajado. Es algo que es especialmente notorio si lo comparamos con el mediocre trabajo de Eurocom para las versión de las Olimpiadas de Pekín, y más aún si tenemos en cuenta que es su primer juego como equipo aunque anteriormente como The Creative Assembly hayan desarrollado otros títulos. Los sonidos, si bien no usan la magnífica banda sonora de Muse, son bastante buenos, y el juego se controla bien en todas sus pruebas.
Por desgracia un juego de las Olimpiadas a la vieja usanza sólo tiene dos usos posibles. El primero, que es el más habitual, es imitar a los que compiten en las pruebas de verdad durante el tiempo que estas tienen lugar. Esto, evidentemente, limita el tiempo de vida de este tipo de juegos lo que es una pena. El segundo, es que son ideales para los modos multijugador, ya sean online o especialmente para reuniones de amigos, un uso más recomendable y donde se le puede sacar más jugo.
Como curiosidad, y del mismo modo que el mítico Slam ‘n Jam ’96 de Saturn y la primera Playstation, el juego no cuenta con las licencias de deportistas reales así que a los competidores se les ha sustituido por compañeros de la prensa especializada.
Con todo esto, es indudable que London 2012 es un buen juego de las olimpiadas y aunque no sea perfecto, debe ser difícil hacer un juego deportivo cada cuatro años en lugar de una entrega anual sobre la que ir mejorando pero a falta de un Numan Athletics, es posiblemente el mejor juego de este estilo de los últimos tiempos.