A día de hoy es sencillo asociar la imagen y el nombre de Konami con el deporte rey en nuestro país. Desde 1995 la empresa japonesa ha inundado casi anualmente el mercado con uno o varios títulos de fútbol, habitualmente para varias plataformas, fundamentalmente a través de las sagas International Super Star Soccer y Pro Evolution Soccer, así que no es difícil pensar que algo cambió en ese año para la compañía asiática. Mirando unos años más atrás podemos ver como se aventuraban con su primer videojuego de fútbol para videoconsola con Konami Hyer Soccer para el sistema NES, sencillo (recuerden, solo dos botones), rápido, pero sin verdadera identidad al venir enmarcado en su serie de juegos Konami Hyper Sports, donde importaba más el nombre de la compañía que el del título. Dispuestos a hacerse un hueco en el mercado, tras este prometedor comienzo iniciaron el desarrollo de su primer título con marca futbolística, con identidad propia: International Super Star Soccer.
Llegados a este punto, hasta el lector menos avispado se habrá percatado del titular, el mismo presenta la versión Deluxe del juego de «marca» ya mencionado, una versión, una mejora, salido seis meses más tarde, «no el original» ¿acaso creían que Capcom con su fiebre de las versiones Plus o Super inventó algo? Ahora bien, ¿por qué? algo sencillo: ISS para Super Nintendo era un título bien acabado, repleto de detalles, colores y sprites generosos, que como la mayoría de juegos de esta consola en sus primeros días veía lastrada su velocidad en pos del exceso. Al margen de los añadidos posteriores, ISS Deluxe corre rápido, vuela, sin detrimento de los alardes técnicos, más bien lo contrario, dejando sin argumentos a los detractores del festival de colores que solían ser los juegos de Super Nintendo. Curiosamente, el mismo título tiene una versión igual de elegante y con algo menos de colorido en la 16 Bits de Sega.
Era el principio de los noventa, el mercado estaba dominado por propuestas basadas en la habilidad y la rapidez. No había sitio para los simuladores en consola. Sensible Soccer y Kick Off dominaban el mercado. Un espléndido FIFA International Soccer, el primero, de Electronic Arts comenzaba a reinar en casi cualquier plataforma conocida y Konami no quería ser menos. ISS e ISS Deluxe gozan de bastantes modos de juego: nos permiten afrontar desde amistosos hasta competiciones internacionales a modo liga o mundial; un escueto modo de entrenamiento; un modo dedicado a parar penaltis; y la joya, un modo «escenario» en el que se nos ubicaba en un partido complicado, en su peor momento y nuestro deber es remontar el marcador a nuestro favor, de poca variedad al ser solo doce situaciones pero más que apetecible, emocionante.
Pero aun hay más sorpresas, el tándem ISS tal vez no cuente con la posibilidad de fardar con según que filigranas propias de un simulador duro pero no se queda atrás en cuanto a opciones básicas, de hecho usa la totalidad de los botones disponibles en consola para las acciones, permitiendo distintos tipos de disparo o pase, y además garantiza el control directo sobre la estrategia del equipo pudiendo alternar varias ideas. Los cambios en la estrategia, emulando las directrices de un entrenador encorbatado, permiten ofrecer emocionantes resultados gracias a la velocidad del juego, subir a todos tus jugadores y que al segundo la pelota esté ante tu propio cancerbero… lo siento Sensi, es emocionante jugársela. ISS da la oportunidad de gestionar estas estrategias, pero también nos permite cambiar la alineación de nuestro equipo, seleccionar a los titulares diferenciando su estado físico (el cual varía a lo largo de los partidos y la competición) y ya de paso, también, seleccionar que jugadores de nuestro equipo marcaran a rivales concretos. Son secciones divertidas pero absolutamente opcionales. Ambos juegos parecen funcionar correctamente en el caso de querer obviarlas, esto permite disfrutar de un mínimo de estrategia sin renunciar al control directo y desenfadado propio de una recreativa. La posibilidad de desactivar reglas como el fuera de juego, el uso de las tarjetas amarillas, o directamente las faltas, enfatizan aun más la sensación de libertad.
Como añadido al conjunto aun más secundario pero divertido, se nos permite alterar el color de los equipamientos de nuestros equipos, siempre con opciones sencillas, con tan solo tres zonas a personalizar: zapatillas, camiseta, y pantalón; sin oportunidad de añadir dibujos o formas particulares a la equipación. El campo tampoco escapaba a la personalización. A los distintos escenarios, de distinto tamaño cada uno, hay que añadir efectos climáticos. Detalles que junto al acabado estilizado, de proporciones normales, de los jugadores dejaban una impresión más que realista para la época, muy alejada de otros títulos más desenfadados y populares.
Una de las mayores diferencias con respecto a otros juegos eran las licencias, tradicionalmente siempre han ido de la mano de otras franquicias y empresas, en este aspecto hasta hace poco Konami no ha tenido mucha suerte. ISS y su mejora contaban con los nombres de las selecciones, poco más, el resto de equipos venían a ser simulaciones de jugadores reales, sin sus nombres, aunque hay que reconocer que muchos de ellos contaban con personalizaciones que los hacían vagamente identificables, coletas, complexiones colores, entre otros detalles. Toda una mejora para el estándar de la época.
Concretando un poco más en la primera versión, podemos decir que hasta aquí el único despunte es el modo escenario, el resto es intenso, más que correcto y a la altura de su principal rival, FIFA IS, pero demasiado cerca del mismo. ISS Deluxe, por su parte, se guarda varios ases en la manga al margen de la velocidad, entre ellos: mejores gráficos, la magnífica posibilidad de zurrar al portero rival, y sobre todo un modo para varios jugadores muy mejorado. Lo habitual en estos casos era encontrar un modo en el que cada jugador controlase a un equipo, Konami fue un poco más allá. ISS Deluxe permite que dos jugadores controlen a dos futbolistas distintos del primer equipo a la vez, incluso que otros dos jugadores más hagan lo mismo con el segundo equipo, o aun más, que los cuatro jugadores compartan rol pero no futbolistas en un mismo equipo contra la máquina, es fácil imaginar combinaciones, todo gracias al accesorio multitap que permite dos mandos extras. Un modo difícil de dominar pero tremendamente agradecido en la compañía adecuada.
En definitiva, hablamos de un juego que marcó una época y el rumbo de la empresa. Gracias a este excelente título Konami logró abrir un camino y generar una marca consistente para sus futuros juegos de fútbol, a medio camino entre el simulador y el arcade más puro, un concepto que desdibujarían a lo largo de los años, pero esa, ya es otra historia.
Fantabuloso!!!
Creo que es uno de mis videojuegos de fútbol favoritos, al menos de la época 😀
De la época para mí el mejor.
El mejor también para mí, durante muchos muchos años. Disfruté mucho de este juego. No olvidéis algunos detallitos importantes, como la posibilidad de aumentar las habilidades de los jugadores, eligiendo si querías mejorar el disparo, salto, stamina, y demás habilidades. También los famosos con la combinación de botones de Konami que, entre otras cosas, cambiaba los árbitros por perros. Algo que me encantaba de niño era ver que cuándo marcabas un Hat Trick, aparecía en el marcador del estadio una animación de tu jugador (a veces no se correspondía con el jugador) celebrándo los 3 goles. Inolvidable también el comentarista, con esas frases míticas «Corner Kick!» «Yes! Goaaaaaaaaal» «¿!No Foul?!»
A mí lo que me fascinaban eran las animaciones. No recuerdo si todos los jugadores tenían las mismas, pero ver a Baggio o Romario hacer la cola de vaca cuando cambiabas de dirección era maravilloso.