Resulta innegable que los chicos de Rovio con sus Angry Birds han cambiado un poco las reglas del juego. Su salida a supuesto la llegada de muchos juegos que han intentado hacerle sombra, pero ninguno de ellos ha mostrado un acabado tan redondo como el de los finlandeses. Visto lo visto, nuestros amigos de Gameloft han decidido poner su granito de arena para intentar desbancar a los pollos más famosos, y la verdad que el resultado es cuanto menos sorprendente. Después de clones calcados y títulos que no muestran nada nuevo, Shark Dash es un soplo de aire dentro en un panorama que empieza a requerir algo más de frescura.
Somos unos simpáticos tiburones dentro de una piscina que no buscan más que diversión, hasta que un día unos patos cargados de mala leche llegan a nuestra casa y raptan a la novia de Sharkee, el jefe. Mal asunto. Su rescate se convierte en una prioridad, y junto a nuestro hermano y dos amigos más abordaremos la misión de volverla a casa sana y salva. El manejo es similar al de los juegos del género, agarramos a nuestro tiburón de la cola, estiramos y zas, propulsión activada. Podemos variar la intensidad cuanto más estiremos, pero habrá que ir con cuidado sino queremos salirnos de la piscina y tener que comenzar de nuevo. A partir de aquí los niveles se convierten en toda una feria de artefactos, minas antiescualos, túneles, teletransportes y muchos patos para merendar. Nuestro objetivo es eliminar a todos los patos, recoger todas las monedas esparcidas por el escenario y cumplir con el cupo de disparos por tiburón que nos proponen al principio del nivel. En cada nivel podemos conseguir 3 estrellas en función de nuestra pericia, posteriormente éstas nos sirven para abrir otros mundos (de hecho conseguir abrir el último mundo es bastante complejo). En total unos 100 niveles repartidos en 4 vistosos mundos, cifra más que aceptable (no obstante en el futuro se prevén actualizaciones con mas niveles). Como siempre tenemos la opción de acudir a la tienda virtual y previo pago acceder a todo el contenido de buenas a primeras.
Cada uno de los tiburones viene de serie con una habilidad específica. Scubey es capaz de bucear para llegar a zonas inaccesibles, Sawey de cortar cadenas con su dientes de sierra, y Hammy tiene la capacidad de saltar más alto al salir del agua y sumergirse más hondo al entrar. Todo sigue siendo super accesible y fácil de manejar, ninguna pega en todo el manejo de los tiburones. Se agradecen los niveles donde podemos jugar con varios de ellos a la vez, o en los que tenemos algún tiburón oculto que hay que rescatar para poder emplearlo.
A nivel técnico el juego viene cargado de simpatía y buen rollo. Los tiburones son graciosos y divertidos, sobre todo sus celebraciones al terminar el nivel, y los elementos que vemos en pantalla no son pocos. Todos están bien detallados y cumplen su función a la perfección, quizás el fondo podría ser más dinámico y el diseño de menús algo más acertado (la sombra de Angry Birds en este aspecto pasa factura a casi todos). El motor de físicas sigue siendo el Box2D que tan buenos resultados da, lo cuál queda patente en las trayectorias de los escualos. Los sonidos y melodías mantienen un apartado notable que ameniza a las mil maravillas el look general de la obra de Gameloft.
Digno segundón en la carrera de los puzles. Divertido, variado, bonito y económico. De las mejores creaciones de Gameloft para dispositivos portátiles.
Compre el juego y es hora k no puedo jugar no se como hacerle solo juego a la demo y me dice k el juego ya fue comprado k hago respuestas