QQ#2 The Flea es la continuación del que, según la historia oficial, fue el primer videojuego español: «La pulga«, un complicado plataformas aparecido en 1983. A cargo de Paco Suárez, uno de sus creadores originales, esta segunda parte comienza donde acaba la primera, con la pulga protagonista continuando su exploración espacial y sufriendo un nuevo accidente que la arrastra al fondo de una sima de la que tendremos que ayudarla a escapar. No es que sea la historia del año pero ¿qué más excusa se necesita para un plataformas?
En contraste con el primer juego esta vez la sima no es un único nivel si no un conjunto de cavernas por donde debemos avanzar mediante los limitados recursos de la pulga, lo que en este caso se traduce en algunos objetos desperdigados por el mapa y un salto de angulo fijo con potencia variable. No es la primera vez que vemos este sistema basado en el disparo parabólico, pero la imposibilidad de ajustar el ángulo de salto o modificar la trayectoria de la pulga cuando está en el aire obliga a una perfección máxima, ya que el más mínimo error nos puede llevar a tener que comenzar el nivel de cero, situación que se torna desesperante tras un cuarto de hora.
Algunos se preguntarán cómo esta premisa que funciona tan bien en Super Meat Boy o VVVVVV, por poner dos ejemplos recientes, puede ser un fallo en The Flea pero resulta que estamos ante un juego que carece de las bondades de los arriba comentados y que incluso te hace plantearte si Abu Simbel Profanation era fácil1. Por un lado los niveles son demasiado grandes como para que podamos asumir nuestro fallo como algo que ocurre y que ya mejoraremos con el tiempo, por otro el llegar hasta el punto de nuestro error puede ser una tarea titánica debido a las limitaciones de movimiento ya comentadas. El resultado final es que cada muerte de nuestra pequeña pulga se nos presenta como un castigo horrible y no como una fase más de nuestro aprendizaje. Si a esto le añadimos los escenarios diseñados para complicarnos la vida (esas estalactitas criminales de la caverna), los impredecibles rebotes del protagonista y los complicados enemigos, puede que tras una hora repitiendo la misma pantalla nos entren más ganas de llorar y retirarnos a un convento que de dedicarle otros diez minutos.
Ahora bien quien disfrutara del primer juego, busque algo que le haga recordar las tardes pasadas frente al Spectrum o el CPC pero con un apartado técnico pulido, principalmente el gráfico y su estilo cartoon, y duro hasta la médula que no lo dude. Las fases de QQ#2 The Flea le van a saber a gloria y poder mostrar sus resultados en internet valdrá más que todos los trofeos de PS3, Steam o Xbox Live.
El resto podemos dedicarnos a nuestros plataformas para jugadores post-QAOP.
No parece muy divertido con semejante dificultad.
Yo no me atrevo, y después de ver los cabezazos que se daba Antonio menos.
Tiene su aquel, pero para un público demasiado concreto.
Es OPQA! XD