No hace mucho revisábamos una de las grandes exclusivas de la PS3, uno de esos juegos llamados “vendeconsolas”, que aglutinaba los tres pilares de toda obra maestra en el mundillo del ocio electrónico, un apartado técnico por encima de la media, un sistema de juego extremadamente adictivo y un argumento interesante que guiaría al personaje por un sinfín de situaciones que parecían sacadas de un film de Indiana Jones. Uncharted: El tesoro de Drake era eso, todo un ejemplo a seguir de cómo encarar y desarrollar una aventura de acción y una demostración del buen hacer de Naughty Dog en la programación y optimización del juego para la consola de Sony.
Ahora pasamos a comentar su secuela, lanzada en octubre del año pasado, que desde su anuncio ha ido generando expectación respecto a si la compañía desarrolladora sería capaz de mantener el nivel que ya mostró su primera parte. Pues bien, Uncharted 2 es, sin lugar a dudas, el mejor juego exclusivo que ha sido lanzado por el momento para la PS3, y una experiencia que ya veremos si David Cage con su cacareado Heavy Rain es capaz de igualar.
Más grande, más largo, más intenso
Si hay un principio que nunca falla es el siguiente: “Si algo funciona, no lo toques”, y esto es lo que Naughty Dog ha hecho con la nueva aventura de Nathan Drake, ha cogido el sistema jugable del primer título, le ha pulido ciertos defectos como el deficiente control de equilibrio y puntería con el Sixaxis y ha aumentado exponencialmente el nivel de épica que contienen las situaciones a las que nos enfrentaremos. Así pues ya no nos moveremos únicamente por una isla, viajaremos a localizaciones tan diversas como Turquía, Borneo o Nepal, y esta vez no nos enfrentaremos a vulgares cazadores de tesoros, sino a todo un ejército de desalmados en busca de la piedra Cintamani siguiendo las cartas de Marco Polo, y mientras tanto resolveremos ligeros enigmas de una forma bastante sencilla (como ya ocurría con el primer juego) daremos saltos imposibles dignos del mismísimo Principe de Persia con más asiduidad, y, ante todo, disfrutaremos de una historia de pillastres cazadores de tesoros llena de giros, traiciones, romance y humor.
Este rico guión hace que continuemos la aventura con interés, pese a que el esquema sea simplemente aniquilar a todos los enemigos arma en ristre. Todo está planteado de forma cinematográfica, así que en los momentos impactantes la cámara se colocará en el ángulo más espectacular posible para mostrarnos alguna situación inusual, de hecho, incluso los tiroteos menos interesantes y con menos dificultad verán variados los planteamientos para que no nos parezca que siempre estamos haciendo lo mismo. De esta forma tan pronto nos podremos ver asediados por una torpeza de nuestro personaje, como debemos infiltrarnos sigilosamente entre un grupo de guardias para alcanzar una posición ventajosa de combate.
No se vayan todavía
Si de alguna cosa se le podía acusar a Uncharted: El tesoro de Drake era de escasa rejugabilidad. Una vez finalizabas el juego sólo podría interesarte volver a jugarlo en caso de ser un cazador de trofeos o para ver los curiosos extras visuales que se desbloqueaban tras finalizar la aventura en nivel normal. La historia era fabulosa, y el sistema de juego divertido, amén de ciertos momentos antológicos, pero nada cambiaba, eran las mismas situaciones una y otra vez sin añadidos, el aumento de dificultad no era muy apreciable y lo normal sería que el juego acabara abandonado hasta que la añoranza nos hiciera recuperarlo.
Para solventar esto Naughty Dog ha añadido un modo multijugador bastante completo. En él podremos encontrar desde las clásicas partidas de duelo entre equipos, a una variante de captura la bandera con un tesoro por medio e incluso unas mini aventuras cooperativas en las que pueden llegar a jugar 3 jugadores. No es el multijugador del Modern Warfare 2, tal vez el nivel de vida de los personajes sea excesivo, y no hay mucha variedad de mapas, pero cumple con creces el objetivo de trasladar el depuradísimo sistema de combate del que hace gala este Uncharted 2 al campo del juego competitivo y cooperativo.
El Videojuego como experiencia
Dejo para el final el elemento del juego que mas me impacta, sobre todo a raíz del artículo con el que nos obsequió el compañero Ramón Nafria acerca de la narrativa interactiva y el nuevo nivel al que David Cage asegura llevar a los videojuegos con su publicitado y prometedor Heavy Rain. Pese a que técnicamente Uncharted 2 es el techo de la Playstation 3 y todas las bondades jugables de las que hace gala, puedo decir que Naughty Dog ha conseguido que la experiencia de jugar a Uncharted 2 sea algo más que aporrear botones para avanzar en una historia.
Lo cuidado del doblaje (excelente localización al castellano), las fabulosas escenas cinemáticas que camuflan las cargas de escenarios, o el mismo avance de la aventura a ritmo de la gran banda sonora compuesta de nuevo por Greg Edmonson tienen tal capacidad de inmersión que en ocasiones crees estar viendo en la pantalla de tu casa la mejor película de aventuras de la década. El carisma de los personajes es arrollador, y la historia cumple los cánones de un buen film de aventuras como los que nos obsequiaba Spielberg en la década de los 80. Tal vez no sea excesivamente original, pues repite situaciones y giros típicos de este género, pero es absorbente y si comienzas a jugar a la nueva aventura de Nathan Drake, casi con total seguridad no podrás abandonarla hasta que no la completes.