Tras el montón de siglas del título se esconde la ajetreada agenda que he tenido estos días. A saber: acudir al segundo día de la PAX, viajar a San Francisco, ir al Flash Game Summit, al día siguiente asistir al Independent Game Summit, que es parte de la GDC, y para rematar la faena yendo a la Game Connection con sus fiestas incluidas.
En la Penny Arcade Expo pude acudir a una pequeña entrevista de Destructoid y una charla sobre «¿Porqué quieres ser periodista de videojuegos?«. Entre los ponentes había gente de Kotaku, de Destructoid, de Polygon, The Escapist, Ars Technica y otros grandes medios anglófonos. Ese día me lo tomé con calma porque debía coger nuevamente el avión, pero el nivel de molonidad de las charlas sigue siendo inmenso. De paso, aproveché también para entrar un poco antes y pasarme la demo de Remember Me antes de que entrase el pópulo.
Vuelo y noche después, me acerco al evento de desarrolladores de juegos Flash. Fue una agradable sorpresa porque comparado con los monstruos a los que estaba yendo, con decenas de miles de asistentes, un evento con un par de centenares de personas es algo mucho mas manejable, y si esta bien organizado, como es el caso, pues puede hasta ser mas de provecho. Personalmente no me interesa excesivamente el tema, pero asistí a charlas sobre diseño de videojuegos freemium, conversión entre plataformas y otros temas interesantes, y aparte de que la zona de expo fuese realmente pequeña no vi mas problemas con este evento.
Después asistí a la GDC y supongo no voy a descubriros ahora que es el evento más relevante para desarrolladores del mundo. Una cita anual imprescindible para cualquiera que quiera pulsar la industria desde dentro. Así que lo que voy a contaros es personal. Si me gusta asistir a una GDC o evento del estilo es para charlar con colegas o potenciales clientes. Gente como yo con la que puedo compartir experiencias o batallitas y presentar proyectos, o gente con la que molaría trabajar. Pero normalmente me encuentro gente de localización, monetización u otras disciplinas con los que me cuesta más empatizar. Por eso, haber asistido también al Independent Game Summit resultó tan agradable, el 99% de los asistentes son indies y por ende desarrolladores. Mucho negocio no voy a hacer alli directamente, pero si que voy a aprender cosas, y me van a vender pocas motos.
Las charlas fueron de lujo. Temas interesantes, concretos, y muy pegados a la tierra. Como nos podemos imaginar fueron muy de «rollo indie«, pero sin llegar al exceso. Pude asistir a una charla sobre cómo el juego Frap pasó de ser un juego de estudiantes a un proyecto profesional, otra sobre el proceso creativo del arte de Incredipede y otra sobre la monetización de Shellrazer. Aunque curiosamente las dos ponencias que me parecieron más interesantes fueron sobre la creación de Molyjam por parte de una programadora de Double Fine, y el «Indie Soapbox«, donde una buena cantidad de desarrolladores explicaron en charlas de 5-10 minutos consejos o pensamientos interesantes para otros desarrolladores. Fueron especialmente interesantes el «viaja» de los creadores de Incredipede, o el «ves a actos públicos» de Vlambeer, además del «Porqué haces juegos» del astur Noel Llopis.
Pero resulta que a un servidor lo nominaron para los Game Connection Selected Projects, así que tuve que ocuparme de reuniones de negocios y que hacer una pequeña presentación sobre Sugar Kid. No es excesivamente divertido pero en este trabajo pueden surgir cosas interesantes. El premio, por cierto, se lo llevaron muy justamente los chicos de Compulsion Games con Contrast.
Pero por ultimo y no menos importantes tenemos las fiestas. En tres días habré asistido a seis o más, y debo destacar la practicidad de las de Pocket Gamer y Touch Arcade, y por su rareza la de Venus Patrol. En las primeras el networking iba a la orden del día, y era posible hacer contactos muy interesantes, mientras que la segunda viene a ser una especie de continuación del IGS, con la posibilidad de jugar a títulos tan curiosos como la ultima obra de Keita Takahashi o la siguiente de Jasper Byrne.
Y mañana si puedo pretendo pasar un rato por la expo para poder contar las maravillas que haya por allí. Ya me queda realmente poco para la vuelta…