¿Cómo resumir 365 días de videojuegos en un par de páginas sin olvidarnos nada? Evidentemente no haciéndolo. Pero ¿por qué quitarnos el placer de desmenuzar un año entero desde nuestros propios puntos de vista cuando todo hijo de vecino lo hace? Nos gusta expresar nuestras filias y fobias tanto o más que a cualquiera así que aquí tenéis las tres opiniones de nuestra «redacción» sobre lo acaecido. Disfrutadlas y recordar que no hay premio por leerse todo el texto, tan sólo el placer de un trabajo bien hecho.
2010 según Antonio López Abad
Viendo la ola de retrasos que se sucedieron a finales de 2009 esperaba que 2010 resultara un año mucho más vistoso de lo que lo ha sido, pero echando la vista atrás uno se encuentra con que las grandes casas de desarrollo han preferido capear la famosa crisis a base de explotar modelos de éxito probado. Afortunadamente los desarrolladores independientes han aprovechado el momento para salvar un año que aun con grandes títulos en cartel tenía visos de anodino.
Empecemos por los grandes. Demasiado preocupados por la crisis, con muchos estudios en la cuerda floja cuando no directamente echando el cierre y sin entender aun muy bien los nuevos mercados del videojuego, los gigantes de la producción como Blizzard, Ubisoft, Nintendo, EA o Rockstar, entre otras, se han dedicado a vivir de rentas pasadas. Los superventas de este año han venido mayoritariamente acompañados por algún número o coletilla que los señala como lo que son: secuelas de anteriores éxitos. Por hacer un repaso rápido ahí tenemos StarCraft II, Mass Effect 2, Super Mario Galaxy 2, Fallout: New Vegas, Red Dead Redemption, Call of Duty: Black Ops, Civilization V, El profesor Layton y el Futuro Perdido, Donkey Kong Country Returns y un largo etcétera de continuaciones. Afortunadamente la falta de originalidad de estos títulos se ha visto compensada por un trabajo muy bien hecho y es difícil negar que sean buenos productos de entretenimiento.
De todas formas aun hay vida más allá de los refritos. Heavy Rain, Alan Wake, Bayonetta o Vanquish han sido títulos que han dado mucho que hablar por si mismos y han conseguido algo tan importante como no dejar indiferente al público. También hemos tenido algún juego directamente de culto como Amnesia: The Dark Descent o Deadly Premonition. Otros recién llegados de importancia son Move y Kinect, las apuestas de Sony y Microsoft respectivamente en el campo del control mediante movimiento, aunque aparte de sus tecnologías aun no han demostrado nada.
Por último la lista de planchazos no ha sido muy amplia pero sí sonada. Final Fantasy XIV y APB han acabado con despidos y cierres.
Mientras todo esto sucedía en el mundo de los mayores los desarrollos más pequeños, a hombros de los dispositivos móviles y la distribución digital, son los que han tomado el mercado por sorpresa y han dejado con la boca abierta a más de uno. Rovio y Com2US eran unos desconocidos el año pasado: hoy son los responsables de éxitos como Angry Birds y Slice it! para plataformas móviles basadas en iOS y Android. Pero no están solos: Revisiones de modelos clásicos como Super Meat Boy, VVVVVV, o Game Dev Story o Hydorah, juegos que dejan al jugador el peso de crear su propia como Minecraft, o que se centran en la historia y el ambiente como Limbo y Digital: A Love Story.
En resumen un año de evolución más que de revolución que apunta hacia un 2011, o más posiblemente 2012, realmente interesante y que nos deja una lección: la historia ya no la encontraremos solo en las estanterías de las tiendas y los salones de las casas, ahora los videojuegos están a nuestro alcance en cualquier parte.
2010 es el año en que, tras decepcionarme del negocio tradicional de los juegos, de pagar un pastizal tremendo y si no te gusta «aah, se siente» (y que cuando la prensa le pone notazas a Uncharted 2 y a ti la mitad te parece una castaña, pues no ayuda a elegir bien) empieza a crecer el mercado de las descargas digitales, baratas, asequibles y con calidad!
Sale Scott Pilgrim, un juego que ya por la música y por los gráficos tenía pinta de ser grandísimo y finalmente lo es, sólo por la música y los gráficos XD. Tan grande que me compro mi primer DLC. Una estafa más bien parecida a una copia china cutre o un personaje de Mugen que de la propia Ubisoft. Eso no se hace Ubisoft.
Por otro lado, la esperanza del «paga por lo que juegues» para aquellos que no jugamos mucho y no queremos pagar lo mismo que los que sí, pero queremos probar muchas cosas, es decir, Gaikai (y OnLive) vemos que no llega a España y a saber si llega algún año…
Salen productos redondos para iOS como el Cut the Rope, muy cuidado.
Descubro que Steam no es tal panacea como creía y no tienen un mínimo control en que los juegos que venden vayan a funcionar (vease el mensaje de SCUMMVM en el Broken Sword que te dice que no encuentra los videos) y que en GOG mucho menos (me compré el Motor Racer y hace falta piratearlo y bailar al son de daemon tools para que funcione).
Como no uso para nada la Wii y cuando la voy a usar tengo que cargar las pilas así que dejo de usarla, la vendo, con mis juegos descargados, porque no están asociados a una cuenta V_V. Ay si el Kirby y el DK estuviesen en la PSN ^^ con un mando normal.
Para qué seguir. Espero mucho de juegos indies y descargables, nada de juegos en disco, y a ver si algún día llegan los juegos en streaming…
Lo de Steam y el uso de los emuladores es especialmente sagrante, además ocurre a menudo: yo compré los X-Com clásicos, es una tara y no puedo resistirme a ellos, pensé «eh! los han portado a un nuevo SO, fantástico, adiós problemas de configuración», tampoco vas a pedir un redux.
Tras mirar un poco como guardaba Steam la aplicación descargada me di cuenta de que usaba DOSBox para funcionar… Fue decepcionante y esclarecedor a la par, los bajé y los metí en un zip. Era poseedor de los originales, así que imbécil de mi pagué por la configuración del emulador.