El popular servicio de descarga digital de juegos clásicos, GOG, ha cambiado sus términos y condiciones de uso, y lo más probable es que este cambio haya pasado desapercibido para la gran mayoría de usuarios. Hasta poco, la localización de los usuarios era determinada a través de su IP pero a partir de ahora será el propio usuario el que especifique su lugar de residencia. Un representante de GOG, Guillaume Rambourg director de gestión, declararon al respecto que:
Hemos llegado a la conclusión de que existen una serie de problemas relacionados con usar la IP del usuario para saber que podemos ofrecerle desde GOG.com. Nosotros solo necesitamos conocer cual es el país desde el que se realiza la compra.
Este detalle, aparentemente insignificante, conlleva un gran cambio si recordamos que las legislaciones de algunos países prohíben la venta de según que tipo de contenidos. Concretamente, podría ayudar a los residentes en Australia que decidan comprar la versión sin cesura del éxito de crítica y ventas The Witcher 2, creado por CD Projekt su compañía hermana.
Desde Gamasutra preguntaron directamente sobre esta cuestión:
No somos estupidos, claro que sabemos que algunos usuarios abusaran de esto para obtener una versión que no está aprobada por sus sistemas de calificación […] Gog.com siempre ha estado de acuerdo con dar a los usuarios el derecho de escoger […] Dado lo fácil que es burlar la mayoría de protecciones que usan otros vendedores (como la geolocalización por IP), nadie puede controlarlo […] Creemos que nuestros usuarios no piratearán nuestros juegos y también confiamos en que no abusarán de esta nueva modificación.
Para Colin Jacobs de la organización Electronic Frontiers, una organización australiana que vela por los derechos y el libre acceso de la red, todo este asunto no hace si no remarcar lo «absurdo de su actual sistema» de calificación por edades. Además, según esta asociación las leyes que se encargan de las compras internacionales no recogen ninguna normativa sobre descargas digitales. Y aunque puede suponer un delito poseer material ilegal en un ordenador no existen penas por disponer de material no clasificado por edades y por tanto imposible de vender en su país según su legislación.
Por último, desde nuestra hermana mayor apuntan a un daño colateral poco destacado por la prensa generalista, las distribuidoras físicas. De momento, The Witcher 2 es el único juego del catálogo de Gog.com que varía su precio dependiendo del lugar desde el que se compre, todo para paliar las «obligaciones legales con los distribuidores». Pero hay que tenerlo claro, nunca llueve a gusto de todos y tal vez no sea mala idea apostar por tus usuarios.