La primera vez que supe de este juego no entendía la alegría de sus desarrolladores (Over the Top Games) con el encargo. Tras probar alguna versión preliminar en eventos varios, seguía sin encontrarle la gracia. Un plataformas gracioso y simple que, eso sí, permitía el multijugador (hasta cuatro jugadores a la vez), lo que no es demasiado común a pesar de éxitos recientes como Little Big Planet o New Super Mario Bros Wii.

Pero una vez hemos probado esta versión final, hay que darles la enhorabuena tanto al equipo desarrollador, como a la mente pensante de Brad Borne (el autor y dueño de la marca Fancy Pants), así como a EA Partner por apostar por ellos. Pues este Fancy Pants Adventures es, posiblemente, el plataformas más completo para sistemas descargables de los últimos tiempos, rivalizando con el por muchos querido Super Meat Boy. Pero, a diferencia del juego de Team Meat, en The Fancy Pants Adventures nos encontramos con un título de pantallas largas, en la mayoría de las que no sólo hay secretos, sino que podemos jugar de varias maneras.

Deslizándose cual erizo azul

Así, una manera de jugarlo es parecida a lo que nos encontramos en la saga Sonic, juego que tomaba de referente el primer Fancy Pants (un juego Flash que tuvo tanto éxito, más de 100 millones de partidas, que ha provocado esta entrega). Los personajes corren de una manera veloz, podemos atacar a los enemigos sin pausar el ritmo, y además los protagonistas son capaces de realizar una serie de cabriolas que invitan a finalizar el escenario sin demorarnos lo más mínimo: una vez entremos en un looping son capaces de correr boca abajo durante el tiempo necesario para llegar a otro punto, pueden rebotar en paredes, rodar o deslizarse por bajadas, andar encima de las aguas o bucear debajo de ellas, y todo esto provoca que el flow de la partida pueda ser casi continuo hasta que se llega hasta la meta.

Pero, además, nos permite también jugarlo de manera mucho más pausada. Cada pantalla tiene secretos en forma de diferentes objetos que podemos encontrar, y retos que a la postre son verdaderas pantallas donde tenemos que realizar diferentes acciones para completarlas (llegar al final en un tiempo determinado, alcanzar una cantidad de puntos haciendo cabriolas…). Además, a partir de un determinado momento del juego se nos da la oportunidad de tener un arma. Con dicha arma, además de poder enfrentarnos a enemigos de otra manera que no sea a saltos, también tendremos duelos que recuerdan al clásico Prince of Persia, con la diferencia de que en esta ocasión no tendremos que marcar hacia que zona atacamos, sino que podremos acabar con los enemigos que usen también espada a base de estocadas y fintas.

Una ayuda nunca viene mal

The Fancy Pants Adventures tiene asimismo todo un sistema alrededor de la historia que permite partidas largas y cortas. Al entrar en el juego empezamos en la casa de Fancy Pants, y podemos tanto continuar la partida anterior, como entrar en niveles donde nos falte algo o queramos mejorar nuestra puntuación, así como jugar a los retos en una máquina arcade que tenemos en casa, que invita a partidas realmente cortas.

Por si fuera poco, el personaje, que es de una simplicidad premeditada, permite que modifiquemos todo su vestuario. Podemos ponerle cosas encima de la cabeza, cambiar sus calzones, cambiar su arma. Además, cada vez que superemos un reto, acabemos con alguna pantalla, o realicemos determinadas acciones, el juego nos recompensa con más modificaciones, lo que provoca que nunca nos aburramos de su simplicidad.

Una simplicidad que es engañosa, y supone la mejora final con la que quería terminar esta crítica. Si véis las pantallas, pensaréis que es un juego feo y demasiado simple. Jugadlo (tiene demo, no hace falta que os gastéis dinero), y veréis que los decorados tienen un estilo, que los personajes, tanto protagonistas como rivales, tienen su encanto, que las animaciones son muy completas… en definitiva, que hay más trabajo detrás de este juego del que se detecta en la primera partida. Y, sobre todo, es muy divertido, en especial en un multijugador que invita tanto a la cooperación (habrá cosas que sólo se podrán lograr mediante la intercesión de otros jugadores) como al desafío (pues al final se decide quién lo ha hecho mejor). Si acaso, sólo una mejora para el futuro: que aparezca también en alguna plataforma portátil.