Internet es maravillosa. Con un ordenador y una conexión a la red de redes podemos leer las noticias, jugar, charlar con los amigos, conocer gente, hacer la compra… Casi cualquier cosa que se nos pase por la cabeza está al alcance de nuestro teclado y nuestro ratón, o nuestros dedos si tenemos uno de esos fantásticos teléfonos del futuro donde lo controlamos todo arrastrando nuestro apéndice por la pantalla. Es fantástico poder obtener tanto con tan poco esfuerzo.
Claro que esta ausencia de esfuerzo a veces transforma los contenidos de la red en pura intrascendencia. Sí, se habla mucho del periodismo ciudadano, el poder de los blogs, la presión de las redes sociales y varias decenas de bonitos conceptos que nunca se reflejan en la realidad cotidiana y se quedan en millones de palabras que cruzan la red como un rayo de sol atraviesa un cristal. Esta misma futilidad es la que hace que cada vez que oigo hablar de boicots, recogidas de firmas online y quejas organizadas me de un ataque de risa.
En lo que va de año llevamos tres quejas grupales de envergadura, a saber: jugadores de Starcraft 2 pidiendo juego en red local, jugadores de Left 4 Dead pidiendo que Left 4 Dead 2 no salga tan pronto y jugadores de Call of Duty: Modern Warfare 2 pidiendo poder montar servidores propios. En el mundo real miles de consumidores enfadados suelen ser un problema grave, pero gracias a la magia de Internet estas protestas tan solo sirven para publicitar el juego boicoteado, dar la oportunidad de que los creadores se muestren comprensivos y permitir que las páginas de noticias escriban unas lineas al respecto. ¿No me creen? ¿Soy tan solo un cínico? Tal vez, pero es que ya he visto demasiadas peticiones que se quedan en una página llena de nombres y poco más.
A la hora de la verdad, es decir, a la hora de ver qué tal han ido las ventas y calcular los fajos de billetes que se lleva cada uno, es cuando se ve el “poder” de los boicots interneteros y como todo el que unos meses antes se quejaba amargamente se va a casa con una bonita caja que contiene el juego que tantas noches de insomnio le ha causado, escudándose en que todos sus amigos ya se lo han comprado y chorradas similares. O mejor aun, nuestro indignado quejica decide que la ineficiencia de los creadores a la hora de satisfacer sus requerimientos le da derecho a hacerse con una copia pirata y así dejarles con un palmo de narices. Bravo, héroe digital, te has salido con la tuya y se la has pegado a los malos.
Disculpen señores «firmeros», pero si realmente están enfadados con lo que les venden pongan reclamaciones en los servicios de defensa del consumidor, frían a los distribuidores a quejas por ofrecerles un producto defectuoso y, sobre todo, niéguense a jugar esos juegos que tan solo les han amargado la vida y apoyen a aquellos que les dan lo que realmente quieren. El refuerzo positivo es la mejor herramienta que existe y, a la hora de comprar, el no hacerlo también.
¿O es que sus convicciones tan solo llegan a un clic de distancia?
¿Héroe digital el que piratea algo por no estar de acuerdo con ello? Excusas. Si quiere dar un palmo de narices a los creadores que directamente no compre el juego, y que se ahorre los esfuerzos y riesgos de piratearlo. ¿No decía que no estaba de acuerdo con el producto?
Ay, de acuerdo con ambos. Pero es que estamos en un país donde el trabajo hecho en los videojuegos no se valora una porquería. «La SGAE me cobra por un cd virgen por lo que puedo piratearme tu juego» y esas cosas.
Vamos, un país donde el cliente parece que desea que se le tome por el pito del sereno.
Estoy bastante de acuerdo, la gente son unos llorones y quejicas de cuidado, pero luego no hacen nada de nada.
Y no solo en el mundo de los videojuegos, en cualquier cosa… A menos que en España sea algo relacionado con el futbol, entonces si se concentran y se quejan activamente… xD
Ya he comentado más de una vez que me parece bochornoso todo el tema este de firmas. Siempre me han parecido bastante lamentables. No por el concepto mismo de lo que es el Boikot en si mismo, sino por la forma de llevarlo a cabo. Al principio la cosa quedaba hasta curiosa, pero las dos últimas actuaciones me parecen lamentables.
Incluso dejando a un lado el tema de lo que me parece ya de por sí el L4D, lo del boikot al 2 ha sido una tomadura de pelo en todos los sentidos. Y tanta o más culpa de todo esto tienen «los medios» que lo cubren como los que lo promueven. Eso si, Gabe ha vuelto a demostrar que además de grana tiene una cintura lo suficientemente grande como para saber dejar en evidencia a cualquiera volteando un boikot de cuatro niñatos en uno de los movimientos de marketing más baratos de los ultimos tiempos, sólo seguido en cuanto ahorro en gasto por la «campaña» del Bioshock 2 en las playas.
¿Casualidad u otra cosa que dos de los juegos que nunca me han llamado y a los que más cera les meto por estar demasiado sobrevalorados tengan las campañas más vendidas…y porqué no decirlo…infames?