Disculpadme pero no pienso parar. No quiero que seáis como yo, un jugador que no se había puesto nunca a los mandos de la un título de Ys. No es justo para la saga, no es justo para Nihon Falcom y no es justo para vosotros, porque los que aún no la conozcáis os estáis perdiendo una franquicia de juegos de rol orientados al combate extremadamente divertida y dinámica.
Si seguís la página habitualmente habréis podido leer a mi compañero Jaime y os habrá puesto al día de las dos primeras entregas —The Vanished Omens y Ancient Ys Vanished —, con su curioso sistema de combate y la presentación de Adol Christin —de profesión aventurero—, y yo he hablado también de las dos producciones posteriores que sustituyen a las originales tercera y cuarta entrega —The Oath in Felghana y Memories of Celceta—. Ahora, dejadme que os hable del último título de la saga en aparecer en PC como adaptación del ya lanzado en PSP, Ys Origin. Un juego que se sitúa 700 años antes de la primera aventura y que viene a explicar los orígenes de toda su mitología.
Un juego, tres historias
El mundo de Ys es un lugar pacífico, gobernado por las diosas Feena y Reah con la ayuda de los seis clérigos, y donde una poderosa reliquia —llamada la perla negra— otorga poderes mágicos a sus habitantes. Un día, los demonios comenzaron a invadir la tierra de Ys, amenazando la vida de los habitantes de la otrora próspera tierra. Para tratar de lidiar con la amenaza las diosas concentraron a toda la población en el santuario Solomon y lo alzaron en el aire. Sin embargo, las hordas demoníacas construyeron la torre Darm, para tratar de alcanzar el santuario y derrocar a los gobernantes de la tierra de Ys.
Con una nueva crisis en camino los habitantes de Ys deben lidiar, además, con la repentina desaparición de las diosas seis meses después del alzamiento del santuario. Desorientados, los sacerdotes junto a la orden de los guerreros sagrados deciden volver a bajar a la superficie para localizar a sus guías y rescatarlas en caso de que estén en peligro. Llegados a este punto decidiremos desde qué óptica queremos aproximarnos al resto de la historia, la de Yunica Tovah o la de Hugo Fact. Los hechos principales no variarán en ningún momento, pero ambos personajes, Yunica novicia de los guerreros sagrados y Hugo de la orden de los sacerdotes, tienen su propia motivación para avanzar en la misión y sus propios objetivos egoístas. Además, tras completar la partida con uno de los dos personajes se nos desbloqueará la posibilidad de jugar con un tercero, completando así todos los ángulos posibles que se le pueden dar a la historia que sienta las bases de la longeva saga de Nihon Falcom.
Las tres historias cuentan con sus momentos dramáticos bien marcados y, si se quiere conocer completamente la mitología que irá desarrollando Adol Christin en las entregas posteriores, es conveniente completar el juego con todos los personajes. A priori puede sonar a aburrido, pero creedme que en absoluto se cae en la repetición por completar la torre tantas veces como sea necesario.
Una torre, tres estilos
Mas allá del guion, que por primera vez cuenta con protagonistas parlanchines y con una personalidad bien definida, el punto fuerte de Ys Origin está en el apartado jugable. Y es que es un título extremadamente divertido gracias a su mecánica. No voy a negar que cuando me informé del juego, y descubrí que toda la aventura consistía en subir los distintos niveles de una torre mis expectativas no podían estar más bajas, pero al pensar en él no contaba con que pudiera disponer de un diseño de estancias tan cuidado y de una nada desdeñable cantidad de objetos ocultos a encontrar aunque fuesen fáciles de hallar. De hecho, esa facilidad es una tónica habitual en la partida, y es que Ys Origin es un juego de dificultad tirando a baja —y si venimos de un hueso como es Oath in Felghana podemos considerar que la dificultad es ridícula—, donde sólo los jefes de final de sección pueden suponer un reto al no permitir la pausa de partida ni el uso de objetos curativos. Sin embargo, este hecho ayuda a que completarlo con los tres personajes no sea una experiencia agotadora, pues cada vuelta puede durar tan solo entre cinco y siete horas.
El juego nos ofrece una rejugabilidad nunca antes vista en la saga, pues cada personaje cambia completamente la experiencia de partida. Mientras que con Yunica Tovah y su hacha disfrutaremos de un avance continuísta respecto a la entrega de Adol Christin, con Hugo Fact deberemos hacer uso de la magia y los ataques a distancia, de forma que habrá que avanzar por los mismos escenarios con una estrategia completamente distinta. Prefiero no relatar el estilo del personaje secreto para evitar dañar la sorpresa pero si puedo adelantar que con él cambia aún más la forma de afrontar la acción. El mayor problema con el que nos encontraremos es que el juego está diseñado para ser jugado al estilo clásico y, pese a la originalidad de usar a Hugo y sus ojos de Fact -con el cual en ocasiones creía estar jugando a un matamarcianos al estilo de Fantasy Zone-, nos encontramos con una simplificación del sistema de juego donde la estrategia entre los usos de ataques normales y poderes mágicos se reduce drásticamente. Un cambio que no termina de sentarle bien a la mecánica.
Tres veces recomendado
Como en todo lo publicado de la saga en Steam, esta entrega cuenta con un apartado técnico muy modesto que facilita su excelente rendimiento en una amplia gama de equipos, de hecho el ritmo de la partida continua siendo tan frenético y divertido como en todas las entregas anteriores. El apartado sonoro mantiene ritmos musicales que se acoplan de forma excelente con los hechos de la partida y, pese a no contar con temas tan pegadizos como en otras entregas, presenta una fantástica revisión del tema de la serie reorquestado desde la composición original de Yuzo Koshiro.
Ys Origin es un videojuego que se centra en divertir al jugador desde el primer momento y que además da la posibilidad de revivir la aventura con varios estilos distintos. Es cierto que el cambio de estilo no termina de encajar en el diseño pero nunca cae en el tedio, y es uno de esos juegos que tras ver los créditos finales anima a iniciar una nueva partida en un nivel de dificultad superior.