Hace algún tiempo que ArrowHead Studios lanzó su título Magicka, un pequeño juego ambientado en un mundo de fantasía y humor negro donde la magia es a la vez solución y origen de la mayoría de los problemas. Nuestros protagonistas formaban parte de una extensa orden de magos, cobardes y adictos al queso, cuyo mandamás en absoluto parecía ser un vampiro, por mucho que lo insinuasen. La obra apareció en PC y Xbox 360 con tanto humor como bugs y multitud de problemas en sus servidores.
La mecánica de juego forzaba a los jugadores a avanzar por gigantescos escenarios a golpe de espada y a combinar sus distintos poderes elementales para realizar hechizos, habitualmente con efectos secundarios beneficiosos pero, sobre todo, con un acusado daño amigo. Todos los conjuros exigían apuntar para seleccionar un determinado área de efecto o dirección pero aún más imprescindible era el movernos continuamente para no caer presos de nuestros propios actos. El título podía ser jugado en solitario pero el mencionado efecto de los hechizos sobre nuestros amigos hacía que su principal atractivo residiese en aventurarse entre las misiones acompañado y disfrutar de la recepción de todo el daño colateral o, en multitud de ocasiones, de infligirlo a cualquier conocido.
Pese a los errores iniciales, o los constantes problemas en los servidores, lo cierto es que se trata de una franquicia que goza de una espléndida popularidad y de multitud de expansiones. Y quizá su fama sea la que haya propiciado su reciente traslado a dispositivos táctiles con la continuación Magicka: Wizards of the Square Tablet a manos de Ludosity, ahora también disponible en PC.
La premisa de esta nueva aventura es bastante menos elaborada que la del original, apenas se reduce a nuestro querido director de la orden exponiendo algunas buenas razones para limpiar un territorio de enemigos, acompañadas de referencias al primer título o algo de buen sentido del humor. Aunque, descontando las bromas y guiños a la cultura pop, el argumento nunca fue lo que atrajo a su público y no se trata de una gran pérdida. La sangre sigue ahí. Eso sí, lejos deja cualquier viaje vistoso entre niveles, o los distintos tipos de escenarios más allá de la estética que muestran muchos de los juegos de rol y ambientación fantástica. Comenzaremos en un extremo de un escenario desde una vista lateral y avanzaremos, aniquilando oleadas cual beat ‘em up arcade noventero a golpe de hechizo, esta vez sin espada. Tampoco hay rastro de batallas épicas. De hecho, la selección de niveles se realiza mediante mapas generales de las distintas zonas: «Midgard», «Montañas de Pulka», «Asgard» y «El Averno»; una separación especialmente apropiada para poderlos repetir aumentando el botín en oro, u objetos, recibido en base al tiempo y al nivel de dificultad usado.
En general el diseño de todos ellos sufre de un mal común en muchos títulos para dispositivos móviles, es repetitivo, aunque al menos hay pequeñas sorpresas en los enemigos finales de algunas áreas: gigantes que ocupan parte de la pantalla o que disponen de habilidades que dificultan casi cualquier combinación mágica posible. Un método como cualquier otro de romper la monotonía que puede llegar a resultar divertido al principio, como en el caso del cangrejo gigante, pero que no termina de funcionar en todos los casos. Las pantallas extra de «Desafío» destinadas a retarnos aguantando cierto número de oleadas tampoco ayudan a mejorar esa sensación de repetición y reutilización.
Usar el nombre de una franquicia de éxito, aunque sea casi un título independiente, y querer aprovechar la fórmula exige de cierto cariño en la implementación. Trasladar la experiencia original a un dispositivo táctil requiere cambios que pueden dañar seriamente la mecánica y la velocidad de un título como Magicka. Wizards of the Square Tablet propone casi el mismo sistema original para dispositivos Android e iOS donde, en lugar de disponer de botones físicos dedicados para cualquiera de los poderes elementales que combinar, se deben usar botones virtuales en la pantalla, con la incomodidad que supone perder comba del combate para seguir disparando. Afortunadamente huye de esa moda de automatizar el movimiento y este se realiza mediante punteos sobre la pantalla, del mismo modo que el apuntado se consigue manteniendo el dedo en una posición. Dos decisiones muy acertadas que ayudan a mantener algo de complejidad pero que, sin embargo, dificultan en exceso el batirnos con cantidades elevadas de enemigos.
Existen algunas ayudas para sostener más cómodamente los combates. Esta versión de Ludosity mantiene cierta personalización de los accesorios de nuestros magos. Las túnicas y los báculos siguen siendo intercambiables; sin embargo, en lugar de ser encontrados a nuestro paso en los escenarios, estos deben ser adquiridos con el oro que ganamos partida tras partida. Como extra se nos permite reclutar a un familiar de energía, un pequeño ser que nos acompañe durante el combate pero, de nuevo, este ha de ser adquirido fuera de los niveles. También es posible obtener pergaminos con algunos hechizos que pueden facilitar los momentos más oscuros del combate. Y aquellos que encuentren demasiado tedioso el repetir niveles para aumentar el botín disponen de la posibilidad de volver a pasar por caja para comprar más oro que gastar en objetos y ayudas.
Magicka: Wizards of the Square Tablet es uno de esos títulos de dispositivos móviles que han de cogerse necesariamente con calma y paciencia, no por la extensión de su desarrollo, si no por la reutilización excesiva de algunos elementos. Un videojuego de gráficos estilo cartoon bien rematados y agradables pero con cierta carencia en la variedad de los diseños de los enemigos, de banda sonora realmente agradable y épica, en parte proveniente del original, pero que nuevamente peca de falta de variedad. En suma, un juego que pese a sus evidentes defectos permite disfrutar nuevamente de la experiencia de disparar magia a hordas ingentes de enemigos, hacer estallar a nuestros amigos desde el multijugador, y reírnos en partidas más o menos cortas.