En un movimiento completamente inesperado, Rising Star ha apostado por hacer lo que ninguna otra compañía se atrevió a hacer en DS: lanzar en Europa una novela visual adulta. Personalmente, jamás creí que fuera a llegar a nuestras fronteras esta secuela directa de 999: 9 hours, 9 persons, 9 doors, teniendo en cuenta la suerte que corrió su precuela y que la situación se agravó con el maldito bloqueo regional del que hace gala la 3DS. Por suerte, Virtue’s Last Reward está ya entre nosotros, tanto en formato 3DS como para PlayStation Vita. La cuestión ahora es… ¿Superará la magnificencia de 999?
Al igual que en 999, se nos plantea una situación digna de las mejores películas de terror. En el juego seremos un hombre llamado Sigma, que acaba de despertarse en un ascensor. Sus últimos recuerdos son de él subiéndose al coche, en el campus universitario, metiendo la llave en el contacto… y, de repente, un humo blanco y una persona ante él con una máscara de gas. Mareado y sorprendido, descubre que no es el único en esa situación: hay una chica a su lado, que responde al nombre de Phi, y ambos tienen ahora un bonito «reloj» de muñeca que antes no tenían… pero realmente el reloj no muestra ninguna hora, sino sólo un número y la palabra «pareja». Antes de que sean capaces de hablar más entre ellos, un chillido agudo les saca de su conversación. Un conejo virtual se asoma por una pantalla en la pared y se presenta como Zero the Third: es su captor. Ha organizado una gran fiesta para todos sus invitados; un nuevo juego nonario, versión especial ambidiestra. Y, sin más detalles, el conejo les informa de que disponen de nueve minutos para abandonar el ascensor o caerán al abismo. No obstante, esto será tan sólo el principio de la pesadilla, ya que una vez Phi y Sigma consigan escapar del ascensor, se encontrarán con que no están solos en este macabro juego. Aprenderán además las terribles reglas del juego nonario y el verdadero propósito de sus relojes de pulsera…
Al igual que 999, el juego se basa en dos fases diferentes. Por un lado tendremos las fases de novela visual, en las que avanzará la trama, y en las que rara vez tendremos que interaccionar más allá de pulsar el botón para avanzar a la siguiente línea de texto o hacer una decisión sencilla entre opciones del estilo de «iré por A» o «iré por B«. Estas decisiones nos acabarán llevando de manera natural al segundo tipo de fase, las escapadas. En estas fases, al igual que sucedía en su precuela, tendremos que explorar una habitación cerrada, resolver los puzles que encontremos en ella y, al final, conseguir abrir una caja fuerte que contendrá la llave que nos permita salir del lugar. En total, el juego cuenta con 16 habitaciones de las que tendremos que escapar, teniendo cada una puzles cada vez más complejos y difíciles.
No obstante, el alma del juego es su trama, su historia. La de 999 era de las mejores, si no la mejor, que se haya podido disfrutar en un videojuego. Me resulta extraño tener que afirmar ahora que la historia de Virtue’s Last Reward es, simplemente, genial. Spike Chunsoft ha conseguido algo que ningún otro desarrollador ha conseguido: aportar un videojuego que nos cuente una historia incapaz de ser narrada en otro medio. La literatura, el cine, la poesía o el arte gráfico disponen de sus propias herramientas para ofrecernos auténticas obras de arte, que provocan que, por mucho que se intente, la historia y la garra de la obra pierda fuerza al intentar ser «portada» a otro medio. Y por primera vez me he encontrado con una historia que, simplemente, no funcionaría si se intentara hacer una película con ella o se intentara narrar por escrito. Sé que es difícil intentar justificar esto, sobre todo sin arruinar la gran sorpresa que os espera en la historia de Virtue’s Last Reward, pero os aseguro que os bastará con jugar dos partidas del título para comprender lo que os estoy intentando decir.
Aun así, seguro que muchos tendréis una duda bastante seria… Tratándose de un juego con una historia tan importante, ¿es recomendable empezar directamente con esta segunda parte? Es cierto que el juego se disfruta muchísimo si habéis jugado ya a 999, entendiendo cosas que de otra manera se os escaparían, o que quizá no os quieran explicar a priori. Pero el juego es totalmente disfrutable por sí solo, sin dejar nada sin repasar del juego anterior una vez hayamos alcanzado el final verdadero. Por el mismo motivo, si tenéis intención de jugar a la precuela, quizá debierais empezar por ella, para evitar el consecuente destripe del juego nonario.
Pasando al resto de apartados, Virtue’s Last Reward ofrece diversas novedades en el aspecto técnico. Para empezar, el juego deja de lado los gloriosos sprites animados de los que hacía gala 999 y sus fondos planos, y los sustituye por entornos completamente 3D con personajes también totalmente tridimensionales y con voces (en japonés, en la versión europea). Esto afectará también a la forma en la que exploraremos los niveles. Si bien antes veíamos únicamente un plano de la escena y podíamos movernos de manera fija a otro plano totalmente diferente, en esta entrega nos moveremos por el nivel como si fuéramos una cámara sobre raíles y podremos avanzar y retroceder a nuestro gusto por dicho raíl, lo que permite una mejor panorámica de la escena en general y evita los posibles «mareos» que provocaron habitaciones como la sala de máquinas del título anterior. También es especialmente útil la posibilidad de saltar en cualquier momento a cualquier escena que hayamos jugado ya anteriormente. De esta manera, si queremos saber qué hubiera pasado si en lugar de por la puerta roja hubiéramos querido pasar por la puerta azul, nos bastará con un par de pulsaciones de tecla, en lugar de tener que volver a empezar el juego de cero y volver a pasar por absolutamente todos los puzles y escenas intermedias para llegar al punto en cuestión.
Para terminar, tan solo resta comentar un poco las diferencias entre las versiones de PlayStation Vita y Nintendo 3DS. En primer lugar, cabe decir que, lamentablemente, el juego tiene un bug que provocará que se cuelgue de vez en cuando. Si este cuelgue os pilla en mitad de un guardado, perderéis todo vuestro avance hasta el momento. En este sentido, la versión de PlayStation Vita es, simplemente, superior a la de 3DS, ya que podremos guardar la partida en tres bloques diferentes, en lugar del único bloque de la consola de Nintendo, por lo que, si somos cuidadosos, si llegamos a sufrir el fallo en Vita estaremos prácticamente a salvo del problema. La versión de la consola de Sony también es superior en calidad gráfica: ofrece modelos más detallados, colores y texturas más vibrantes y una mayor resolución. Por otro lado, la versión de 3DS supone la versión definitiva en cuestión de control. Donde la pantalla de Vita falla, debido a su baja frecuencia de detección de presión, y provoca que tareas sin ninguna importancia como son el anotar una palabra o dibujar una figura geométrica se conviertan en una tarea imposible; la pantalla táctil de 3DS es simplemente infalible. El efecto 3D del título también es impresionante, y crece con la nueva cámara y la nueva manera de moverse. En definitiva, y en mi opinión, 3DS debería ser la plataforma que escojáis para jugar al título… a no ser que tengáis demasiado miedo al error del juego guardado, en cuyo caso la versión de Vita será vuestra mejor aliada.
Buen análisis y buen juego, pardiez. Sólo añadiré que al parecer el bug de salvado sólo ocurre en las fases de escape (no en las de novela), con lo que se medio apaña la cosa no salvando ahí.