Aprovechando que tenemos recién acabados los campeonatos del mundo dentro de la especialidad del motor, vamos a recordar uno de los videojuegos de motociclismo más destacados de la producción española. En 1990, Sito Pons era el flamante bicampeón de 250cc y se preparaba para dar el salto a la categoría de 500cc. Y aunque esta nueva etapa marcó el inicio del declive de su carrera también logró llenar de esperanza a los aficionados. Con esta expectación en mente, Zigurat aprovechó para lanzar un videojuego basado en el campeón y Sito Pons 500cc Grand Prix llegó a las tiendas para PC, Amstrad CPC, Spectrum y MSX.
El uso de un deportista de élite fue una práctica habitual dentro de la Edad de Oro del software Español con numerosos ejemplos como Fernando Martin Basket Master, Emilio Butragueño ¡Fútbol!, Perico Delgado Maillot Amarillo, Michel Fútbol Máster Super Skills o Carlos Sainz: Campeonato del Mundo de Rallies de la propia Zigurat. Este tipo de licencias dieron un gran resultado económico, e incluso llegaron a estar entre los títulos más vendidos de la época.
Sito Pons 500cc Grand Prix nos trae hasta nuestro ordenador el Campeonato del Mundo de Motociclismo de 1990 en su categoría reina. Incluyendo tanto los circuitos de Assen, Laguna Seca, Jerez, Suzuka, entre muchos, como los pilotos oficiales de dicha temporada, no faltan ni Doohan, ni Schwantz, ni Mamola, ni Rainey. Sin embargo, estos otros pilotos no serán seleccionables, toda la experiencia de juego recae en el manejo de Sito Pons en los distintos modos que nos presenta el título. Para coger pericia a lomos de la moto, una buena idea es empezar en el modo Práctica, que nos permite realizar vueltas de reconocimiento. Si ya nos vemos lo suficientemente duchos en el pilotaje, podemos probar con competir en una Carrera Individual contra el resto de pilotos.
Pero el punto fuerte del videojuego se encuentra, sin duda, en el modo de Campeonato del Mundo. Catorce circuitos oficiales nos esperan a través de una larga temporada donde el piloto que acumule más puntos se encumbrará como el as de las dos ruedas. Antes de cada carrera tenemos la sesión de calificación, donde los distintos pilotos compiten contrarreloj en una única vuelta para conseguir la mejor posición posible en la parrilla de salida. El día de la carrera, la competición constará de tres vueltas al circuito y, saliendo desde la posición conseguida el día anterior, tendremos que luchar para conseguir ser el primer piloto en ver la bandera a cuadros. Una representación fiel para la época de la experiencia motociclística.
Sito Pons 500cc Grand Prix llama la atención por el uso de una perspectiva isométrica, no muy en los habitual en juegos de motociclismo que suelen inclinarse por el uso de la cenital o trasera. Aunque fue un riesgo por parte de sus programadores, la verdad es que el sistema funciona muy bien, mostrando claramente el circuito y permitiendo dotar a los distintos pilotos de un aspecto realista. Sito Pons 500cc Grand Prix va claramente encaminado a la simulación y resulta ser un videojuego realmente difícil. Si ya la morfología de cada circuito es un quebradero de cabeza, es con el resto de pilotos con los que hay que tener especial cuidado. Un «toque» con alguno de ellos nos puede llevar al suelo y si nuestra moto resulta dañada tendremos que dar por terminada la carrera. Es precisamente hacia dicha simulación donde se encaminó todo el trabajo técnico. Los gráficos representan fielmente el recorrido de los circuitos reales, siendo reconocibles tanto en el mapa esquemático que tenemos en una esquina como recorriendo el circuito en sí. El diseño de los pilotos está muy logrado y, aunque la publicidad no aparece nítida (a excepción de la moto del Campsa Team de Sito Pons), se respetaron fielmente los colores de los monos de cada uno de los pilotos, por lo que es fácil saber si quien nos está adelantando es Kevin Schawntz o Randy Mamola.
En el trabajo artístico las versiones para distintas plataformas son idénticas, y se diferencian únicamente en la profundidad de la paleta de colores. Incluso en sus menús, cuyo diseño es simple pero efectivo son similares. Por último, en lo que se refiere al sonido resulta algo decepcionante y discordante con el acabado general ya que su la implementación se limita a los efectos, pero al menos son aceptables.
Evidentemente ha llovido mucho desde el lanzamiento de Sito Pons 500cc Grand Prix, pero resulta interesante su revisión para comprobar lo efectiva que era la perspectiva que nos presentaban los chicos de Zigurat. Es uno de los grandes «tapados» de la Edad de Oro del Soft Español y se merece un mayor reconocimiento del que recibió, sobre todo en el campo de los videojuegos deportivos.