Este mes se ha vuelto a batir el Récord Guinness al objeto virtual más caro vendido en la historia. A priori puede parecer un noticia ridícula, tal vez poco importante; repasar un poco el hecho en sí y el orden de los acontecimientos puede sacarnos de dudas.
El juego en el que se ha producido la hazaña ha sido Entropia Universe, un título sueco de ciencia ficción en el que los jugadores pueden encarnar a colonos en un mundo en expansión y en cada mundo o zona pueden existir reglas distintas. Estamos ante el clásico juego gratuito (Free-to-Play) que, como siempre, tiene la trampa de la venta de objetos, en la mayoría de los casos imprescindibles para disfrutar plenamente del título. No es una novedad. Además de los objetos, es posible convertir dinero real en la moneda oficial del juego, la peculiaridad más interesante reside en la posibilidad de volver a cambiar el dinero del juego en moneda real.
Una vez puestos en situación, repasemos las transacciones. Jon Jacobs, más conocido en Entropia como «Neverdays», adquirió en 2005 una estación espacial que era el destino habitual para muchos de los jugadores: proporciona servicios, producción y es un destino turístico. Fue vendida por 100.000 dólares y entró en el Récord Guinness.
Jacobs invirtió mucho dinero en el páramo pero no ha estado de brazos cruzados: durante estos últimos años ha alquilado parcelas de su propiedad, ofreciendo caza y minería bajo pago. Actuando como un verdadero terrateniente logró recuperar su inversión inicial ocho meses después de la compra. Este noviembre, Jacobs vendió sus propiedades en el asteroide por un total de 635.000 dólares, unos 463.000 euros, con más de medio millón de dólares de beneficio en cinco años.
Mientras tanto, ciudadanos en otros países obtienen un sueldo superior al habitual en sus zonas geográficas por recolectar y vender objetos virtuales así como sus propios avatares de juegos en línea. Son los llamados granjeros o Goldfarmers. Es la ley de la oferta y la demanda, y podría decirse que el secreto está en anticiparse o estar preparado a la demanda, pero los más avispados verán la manera de crearla.
¿Seguís mirando con los mismos ojos vuestro juego en línea favorito? Yo no puedo.
De novedoso esto tiene poco. La especulación inmobiliaria y que uno cuantos se forren vendiendo cosas siempre ha sido el pan de cada día en Second Life, por ejemplo.