Sin duda alguna, el equipo más carismático de la Premier League inglesa es el Liverpool FC y, además, en la década de los 80 y principios de los 90, dominaba el fútbol europeo y, particularmente, el inglés con siete campeonatos de liga, tres F.A. Cups, cuatro copas de la liga, seis Community Shield y, por supuesto, dos Copas de Europa. Por eso no es de extrañar que por aquellos días se pensara en realizar un juego licenciado de dicho club. En 1990 se lanzaría una primera versión para Amstrad CPC bastante mediocre y en donde lo único destacable era el hecho de que tenía licenciados los jugadores de la liga y que en la intro se escuchaba el mítico You’ll Never Walk Alone en 8 bits.
Sin embargo, la licencia no dejaba de ser jugosa y en 1992 volverían a la carga con versiones totalmente nuevas para PC, Atari ST y Commodore Amiga (también se lanzaría otra versión para Commodore 64 en 1993, pero pasó sin pena ni gloria junto la máquina). La distribuidora Grandslam (responsable de lanzar en Europa rarezas como Peter Shilton’s Handball Maradona o Pac Land) encargaría el trabajo a Arc Developments, una desarrolladora que había nacido en el seno de antiguos trabajadores de Elite, liderando el proyecto Jason Stoat Jon Harrison y Tim Coupe.
Nada más cargar el juego nos encontrábamos con una introducción bastante interesante y original; mientras van apareciendo las imágenes digitalizadas de los componentes de la plantilla de 1992, el juego nos va comentando la gloriosa historia del Liverpool FC. Una vez terminado esto nos encontramos con el menú principal que nos permite configurar el juego (duración, si permitimos efectos en la pelota…), elegir el modo de juego o montar nuestra alineación.
Los componentes del Liverpool FC se nos mostrarán de nuevo con las imágenes digitalizadas de cada jugador, encontrando a futbolistas tan míticos como Ian Rush, Ronnie Whelan, Steve McManaman, John Barnes o Bruce Grobbelaar, posteriormente se nos permite elegir la formación y colocar cada foto de cada jugador en el lugar correspondiente.
Por aquel año, el Liverpool FC era el flamante campeón de la F.A. Cup, por lo que se le da especial relevancia a este torneo. De hecho, el juego nos permite jugar tan solo este torneo o una temporada completa incluyendo Liga y F.A. Cup (por alguna razón no se incluyó la League Cup), pero no permite jugar la Liga únicamente. Hasta tal punto se destaca dicho torneo, que el partido amistoso es renombrado por una ficticia final de la F.A. Cup con sus participantes totalmente configurables. Los equipos rivales están compuestos por todos los integrantes de la Premier League de aquel año, además de algunos equipos de categorías inferiores para completar la F.A Cup, pero tan solo el Liverpool FC está licenciado, así que en el juego se indicará que jugador del Liverpool lleva el balón, pero en el caso de los equipos rivales tan solo nos indicará el rol del jugador correspondiente (portero, defensa, mediocentro o delantero).
Una vez que pasamos a los partidos en sí, tenemos una buena expresión inicial, con una perspectiva vertical tridimensional muy similar a la de Striker, pero con unos gráficos de un corte más serio en busca de un mayor realismo tanto en el diseño de los jugadores como en el aspecto del césped. En busca de ese mismo realismo, nos encontramos con la parte que levantó más ampollas entre la crítica: el control.
Intentando alejarse de la tendencia arcade de otros títulos de la época, Liverpool cuenta con un control bastante más sensible. El juego no nos permite realizar giros bruscos mientras tenemos el balón, ya que nos harán perder el control del esférico y se alejará de nuestros pies. Por otro lado, tenemos un único botón de acción, lo cual hace que los chuts a puerta sean muy simples (con el único añadido del efecto tras el lanzamiento) pero complica en exceso los pases. Liverpool cuenta con dos tipos de pase: en el primero, antes de que nos llegue un balón dejamos pulsado el botón de acción y nuestro jugador se queda quieto con el balón en los pies, pudiendo apuntar a otro jugador que recibirá el balón en cuanto soltemos el botón; el segundo es el pase en carrera con el balón ya en los pies, al dirigirnos en diagonal si cambiamos el ángulo 90 grados y pulsamos brevemente el botón de acción, se realizará un pase en la dirección original. Os puedo asegurar que es tan complejo como suena y estropea un control que si que es cierto que aportaba realismo al género.
Por lo demás, tenemos entradas a ras de suelo con las que habrá que tener mucho cuidado, ya que los árbitros en este juego son excesivamente tarjeteros (de hecho, creo que nunca he hecho una falta que no haya sido tarjeta). En los saques de esquina nos aparece un esquema del balón con distintas zonas donde golpear para conseguir los distintos efectos, una buena idea que, por alguna razón que no llego a comprender, no se implementa en los tiros de falta. Los porteros son manejados por la computadora, pero tienen la inteligencia artificial de un banquillo y una extraordinaria tendencia a dejarse colar goles por debajo de las piernas y a realizar «palomitas» levitando al más puro estilo Matrix.
Liverpool FC: The Computer Game es todo un homenaje a uno de los equipos más destacados de todos los tiempos pero, por desgracia, se queda en un experimento no del todo acertado con muy buenas ideas que no terminaron de desarrollarse del todo bien. Sin embargo, la critica suele recordarlo como un videojuego más mediocre de lo que era y todo buen aficionado a los videojuegos clásicos de fútbol debería darle una oportunidad.