Si de la salud de la economía estadounidense depende en gran medida la de Europa, la salud del videojuego al otro lado del charco es también indicativa de la de la industria en el resto del panorama internacional. Las sutiles diferencias en cifras de venta y otros datos numéricos tipo de aquí a allí no son óbice para que la relación entre resultados y promoción se supedite siempre a las decisiones de aquél mercado, mucho más potente. GamesIndustry.biz se hacía eco hace unos días del último estudio de mercado de NPD, referente habitual del campo, sobre el estado de la industria en Estados Unidos.
En el mes de noviembre se ha registrado una contracción interanual de sólo el 0,5%, donde los malos resultados en ventas de hardware y periféricos se han visto compensados por un incremento del 15% en las ventas de software en formato físico (no se menciona el mercado digital). Es decir, que el mercado ni ha crecido ni se ha reducido desde el año pasado por estas fechas, que son tradicionalmente las que suponen mayor negocio para el sector.
Al margen de la batalla de títulos, donde Modern Warfare 3 y Skyrim tomaron mucha ventaja sobre Battlefield 3 o Assassin’s Creed: Revelations; al margen también de las fuertes caídas del hardware, del 9% respecto del año anterior, el estudio pone de manifiesto que el mercado del formato físico en el videojuego no está sentenciado. También que el PC, que ha repuntado un 57% con respecto al mes pasado, sigue recuperándose.
Conviene señalar que en ningún caso “contracción” o “caída” son sinónimos de “pérdidas”. En un mundo en el que las ganancias se miden siempre en base a previsiones y porcentajes, en el que tener menos beneficios que el año anterior siempre significa defraudar las expectativas, conviene, más que nunca, señalar que aunque existiera un desequilibrio negativo y las ventas interanuales fueran varios puntos menores a las del período anterior, el balance seguiría siendo positivo. En otras palabras, que no haya habido crecimiento no es malo: la salud del mercado del videojuego sigue siendo buena.