La saga Monkey Island es, como ya explicó nuestro compañero Álvaro una vez, una de las demostraciones de que los videojuegos son un medio de ocio diferente, y con unas posibilidades y características propias.
Nacida al amparo de un gigante del entretenimiento como es George Lucas, y con un equipo de desarrolladores de ensueño, en el que destacan los nombres de Ron Gilbert y Tim Schafer, sus orígenes fueron los ordenadores personales, para después acudir a otros dispositivos, como son primero las consolas, y finalmente los teléfonos inteligentes y las tabletas.
A pesar de su importancia, Lucasarts ha preferido dejar de hacerse cargo de la franquicia (por ahora), y es Telltale Games, una empresa llena de antiguos trabajadores de la empresa de San Francisco, quien tras haber dado buena cuenta de otras franquicias como Sam & Max, Wallace & Gromit y Bone, se pone manos a la obra para crear la nueva entrega de Monkey Island, que viene a resultar la quinta parte de las aventuras de Guybrush Threepwood y sus allegados.
Esta entrega, a diferencia de juegos anteriores, no se realiza de un tirón, sino que siguiendo el estilo marcado por Telltale se divide en pequeños capítulos, de pocas horas cada uno, que al más puro estilo de las series de televisión forman una temporada. Son cinco los que conforman la primera temporada de Tales of Monkey Island.
Primero para ordenador (Pc, Mac), luego para consolas (Playstation 3, Wii, en sus sistemas de descarga digital) y finalmente en tabletas (iPad, para más señas). Pero después de ver lo rentables que resultan los sistemas de pantalla táctil, han decidido dar el todo por el todo, y lanzarlo también para los móviles de Apple, a la espera de aparecer en otros dispositivos anunciados anteriormente (como Android, una versión que pudimos probar en el MWC de Barcelona de este año).
El juego funciona bastante mal en un iPhone de gama baja (3GS). Directamente, si lo juegas con sonido, el juego casi no se mueve. Si se desactivan músicas y sonido se puede jugar sin problemas, con un sistema de control que combina el stick virtual para desplazarse, con tocar la pantalla para interactuar con distintos elementos. Un sistema que funciona sorprendentemente bien, y que permite al juego adaptarse al sistema que prefiera el usuario.
Entrando en el juego en sí, es realmente una buena demostración de lo que se puede hace en aventuras gráficas a día de hoy. Un aspecto gráfico a la altura de las posibilidades actuales, con una animación fantástica y un modelado que, al no ser realista, permite ciertas licencias a la hora de hacer parecer el juego una serie de dibujos animados. El aspecto sonoro, los que podáis disfrutarlo, es bastante bueno, con una banda sonora made in Michael Land (cuantos habremos tarareado sus melodías), y un trabajo de voces (en inglés, eso sí) excepcional. La historia es muy simpática, con personajes realmente entrañables, y da pie a poder continuarla en los futuros capítulos. Y los que temáis los puzles sin sentido que puedan tener otros juegos, éste juego es una demostración de cómo acercarse todos los públicos, sin llamarlos tontos en exceso.
En resumidas cuentas, el primer capítulo de Tales of Monkey Island (o Launch of the Screaming Narwal) es una de las mejores aventuras gráficas que se puede jugar en un teléfono móvil (recordemos, además, que también están disponible las dos primeras entregas, que no se han adaptado tan bien a éste dispositivo), y a la vez, demuestra que a través de estas máquinas se puede disfrutar mucho de juegos episódicos, y con una carga argumental y de mecánicas mayor que cualquiera de los juegos ocasionales que nos vendrán a la cabeza.